Apenas acabada la tensión de las elecciones, el domingo pasado, y ya con los resultados conocidos, los dos candidatos a la Presidencia de la República se dirigieron al país con sendos y emotivos discursos que quedarán grabados para la historia.
Estas son las palabras, primero, de un Antanas Mockus derrotado pero con la firme convicción de haber generado una nueva manera de ver la política.
Luego están las del nuevo presidente Juan Manuel Santos, reflexivas y abiertas al diálogo.
Son dos piezas magistrales que deben conservarse para que las nuevas generaciones comprendan algún día el momento curioso en que vivimos en el 2010.