Por: Antonio Andraus Burgos
Los Cardenales tenían todo a su favor pero han perdido bastante terreno para pensar en esa cifra de victorias. La cerrada lucha en el Oeste de la Americana, y el camino abonado de los Mets en el Este de la Nacional.
Los Cardenales de San Luis acapararon muchos titulares y buen porcentaje a su favor, como la novena que podría alcanzar 100 o más victorias en la temporada de este 2015, dada la forma en que desplegó su trabajo en todos los diamantes en donde actuó desde el arranque de la campaña.
Empero, el béisbol tan difícil como lo es de pronosticar, como casi siempre ocurre en todos los deportes, ha dicho otra cosa, pues con el correr de los días y con los resultados que se han dado desde hace un mes atrás, camino a la final de la jornada de las Grandes Ligas, los tableros han equilibrado muchos partidos y, desde luego, a los equipos.
Ciertamente los Cardenales no han perdido el primer lugar de la división Central de la Liga Nacional, pero han aflojado mucho en sus últimas presentaciones, con variables que hay que considerar en profundidad, como lo es, por ejemplo, la baja a la ofensiva de hombres claves en su alineación, como Yadier Molina y Johnny Peralta, para apenas citar a dos piezas importantes con el madero, y a la ausencia de varios de sus titulares, por lesiones normales dentro del juego.
Las apuestas indican que los Cardenales tienen el terreno a su favor para llegar a la postemporada, pero nadie deja de pensar con mucha seriedad, el envión que en las últimas tres semanas, pueden hacer los Piratas de Pittsburgh y los Cachorros de Chicago, novenas ambas clasificadas para disputar el comodín del Viejo Circuito cuando concluya la temporada regular, a la fecha que estamos escribiendo estas líneas, que tendrán que jugar el miércoles 7 de octubre próximo.
Y en cuanto a la Liga Americana, nadie se atreve contradecir lo que se está viendo sobre el terreno de juego, con unos Azulejos de Toronto favoritos para ganar el Este; los Reales de Kansas City para cargar con el título Central; y la dramática lucha en el Oeste entre los vigilantes de Texas, los Astros de Houston y los Angelinos de California; al tanto que los Yanquis de Nueva York y los Astros de Houston, por el momento, tendrían a su cargo el juego de vida o muerte por la tarjeta de invitación del circuito, el martes 6 de octubre venidero.
La buena reacción de los Cachorros ha sido muy bien recibida por su afición, porque el equipo ha volteado por completo la torta y los pronósticos, bajo el mando de Joe Maddon, cuya conducción ha ofrecido resultados tan buenos, que ver al club en la final del circuito, no debe sorprender a nadie. Obvio, faltan bastantes victorias para que los Cachorros logren ese objetivo, pero tampoco es imposible.
Los Cachorros, protagonistas
Los Cachorros acumulan en los actuales momentos, buenas perspectivas para ir a la postemporada. Por lo menos, hasta hoy 15 de septiembre, tienen el cupo para disputar en el juego de vida o muerte con los Piratas, la tarjeta del comodín.
Pero el club de Maddon es último a la ofensiva de todos los equipos de las Grandes Ligas, con apenas promedio de 242; contra unos Piratas que ocupan la octava casilla, con 260 a la ofensiva, y de los Cardenales, que se ubican en la décima cuarta, con 254.
La pregunta es, entonces, ¿en donde estriba el punto de apoyo para pensar en que lo Cachorros tienen las garras suficientes para ir a la postemporada? Para muchos, en la forma en que sus lanzadores han laborado para ser quintos en la tabla de carreras limpias permitidas, con 3.55 de efectividad; por debajo de los Cardenales, con 2.85; los Piratas, con 3.18; los Dodgers de Los Ángeles, con 3.40 y los Mets de Nueva York, con 3.40.
Sin embargo, hay algo que pocos han apreciado en los Cachorros: sus peloteros están jugando a todo o nada, aprovechando todas las oportunidades que le dan sus rivales y obteniendo victorias cuando nadie lo espera. Esas cosas han hecho del grupo dirigido por Maddon algo especial en la Nacional. Y se esperan más sorpresas por parte del club, aun cuando al final, sean eliminados para ir por la corona del Viejo Circuito.
Lo cual no ocurrirá en el caso de los Tigres de Detroit, el primer club por fuera en la contienda por la postemporada de la Liga Americana, que siendo líderes a la ofensiva de todas las Grandes ligas, con promedio de 272, acumuló muchas carreras limpias por parte de su cuerpo de lanzadores, ocupando la casilla 28 en las estadísticas de la efectividad, con promedio de 4.77. De tal manera de que en el béisbol, todo suma y todo cuenta a la hora de la verdad, porque el equilibrio en todos los frentes del juego, hacen realidad lo que puede ofrecer una novena en los diamantes.
Lucha en el Oeste
En el último juego de la jornada de este 15 de septiembre, los Vigilantes de Texas desbancaron a los Astros de Houston del primer lugar de la división Oeste de la Liga Americana, advirtiéndose de esta manera, que la disputa por el banderín divisional de esa zona, está en una cerrada lucha que apenas se podrá conocer cuando termine el calendario regular de partidos.
Los Vigilantes vencieron precisamente a los Astros 6 carreras por 5, en un dramático desafío en el parque de pelota de Arlington. Pero esa victoria de los Vigilantes apenas es el componente ideal para pensar que la corona del Oeste en el Joven Circuito, no está decidida por el momento.
Hay que señalar que tanto los Vigilantes como los Astros tienen intactas sus pretensiones para conquistar el banderín de la zona. Pero es que a los Vigilantes y los Astros hay que sumarle la presencia de los Angelinos de California que, por mucho que digan en su contra, todavía tiene la novena muchas opciones para estar en capacidad de ganar el titulo divisional,
Así las cosas, el Oeste de la Americana deparará muchas alternativas antes de conocerse el triunfador del grupo.
Los Mets en la cima
Ya anotamos que los Tigres se quedaron por fuera de la postemporada, a pesar de ser líderes a la ofensiva. En esa tabla se destaca la presencia de los Medias Rojas de Boston, cuartos con el madero sobre los hombros, con 267 a la ofensiva, sin tener el respaldo de sus lanzadores, que ocupan la casilla 26 en carreras limpias, con efectividad de 4.43, y por lo tanto, sin posibilidades de ir a la jornada final de su circuito.
Los Mets de Nueva York, por su lado, tienen una buena parte del pasaporte para ir a la postemporada de la Liga Nacional de su lado, cuando los Nacionales de Washington definitivamente se van a quedar por fuera de la contienda.
De esta forma, estando los Mets en la cima del Este y los Dodgers adueñados del Oeste del Viejo Circuito, la competencia estará en manos de tres clubes de la Central, como lo son los Cardenales, los Piratas y los Cachorros, para definir los dos cupos para los cuatro grandes finalistas que disputarán el título de la liga.
Y es que nadie entiende que siendo los Cachorros últimos a la ofensiva, los Rockies de Colorado, con 265 a la ofensiva y séptimos en la tabla; Marlins de Miami, novenos con el bate con 257 puntos; y los Cerveceros de Milwaukee, con 255 a la ofensiva, en al undécimo lugar, estén por fuera de la competencia. Esas son las paradojas del béisbol.
Los Mets, cuartos en efectividad de sus lanzadores, con 3.40 de efectividad, con la adquisición del cubano Yoenis Céspedes al cierre de las grandes transacciones a mitad de campaña, como la llegada del dominicano Juan Uribe y de Kelly Johnson, y el regreso de Matt Harvey, a pesar de todo lo que se ha dicho en los últimos días sobre su trabajo limitado desde la loma de los sustos; y de David Wright, de nuevo en la antesala y con el bate sobre sus hombros, le dan al club de Queens toda la potencia necesaria para esperar en grandes cosas a favor de la divisa.
Observando el panorama de esta temporada de las Grandes Ligas a la fecha en que escribimos esta nota, hay que decir, sin temor a equivocarnos, que el balance es muy bueno, se registra un aumento considerable de aficionados en los parques de pelota y que, sin duda alguna, las cosas cambiaron sustancialmente desde cuando se cerraron los campos de entrenamientos en la pasada Primavera a lo que está ciertamente concluyendo en esta llegada del nuevo Otoño en los Estados Unidos.