Por: María Ines Pantoja
¿Monjas de clausura? Imposible con facebook y twitter.
Desde las épocas de Sor Teresa de Jesús y Sor Juana Inés de la Cruz, que alteraron con su poesía y su literatura, las rudas paredes conventuales, no sentíamos el ruido de los hábitos.
Hoy, las monjas de clausura están rompiendo todos los protocolos. Se salieron de los conventos a protestar, a cantar, a cocinar y a abrazar, porque no, al papa Francisco.
Claro que no ha sido fácil, a pesar de la actitud de Bergoglio, algunos obispos, desde la nunciatura y la jerarquía católica, han protestado, han amonestado y han dejado saber su profunda inconformidad, por la “liberación femenina” de la iglesia.
Parece que a algunos les incomoda la actitud transgresora y picara de la monja argentina Lucia Caram; la delación de las costumbres conventuales en medio de la cocina, de monjas de clausura como la colombiana Liliana y la española Beatriz, hoy en canal Gourmet; la Voz alegre y provocadora de la religiosa italiana Cristina Scuccia nueva estrella de la canción y ni hablar de la contestaria manera de actuar de la catalana Sor Teresa Forcades, que ha puesto en jaque al gobierno español con preguntas que no tienen respuesta.
Se puede estar gestando una nueva generación de religiosas que twitean, escriben, hablan, tienen página de facebook, participan en realites y hasta en manifestaciones políticas, con el silencio cómplice del Jesuita Francisco, que en lugar de mandarlas a callar les dice: “La Iglesia no crece por proselitismo sino por atracción”. Y a decir verdad, un hábito alegre atrae más que una sotana triste.