El misterio está por resolverse
Por : Martina Iñiguez
Uno de los grandes misterios del Río de la Plata, que trasciende sus orillas, es el nacimiento del gran Carlos Gardel, el más grande ídolo de la música de nuestro continente. A más de 70 años de su muerte, aún aparecen nuevos elementos que reaviven la polémica entre los que sostienen que El Zorzal nació en 1890 en Toulouse(Francia) y los que aseguran que vino al mundo en Tacuarembó (Uruguay), entre los años 1883 y 1885.
Si bien la disputa es bastante conocida, amerita recordarse. Quienes adhieren a la tesis del Gardel francés aseguran, apoyándose en documentos, que el cantor nació con el nombre de Charles Romuald Gardes en esa ciudad del sur de Francia y siendo muy pequeño fue con su madre, Marie Berthe (Berta), a Buenos Aires, donde hizo su escolaridad, que pudo ser reconstruida. Los que abonan la teoría del Gardel uruguayo señalan, apoyándose también en documentos, que fue hijo bastardo del coronel y caudillo político de Tacuarembó Carlos Escayola y una de sus cuñadas, a la sazón soltera y menor de edad.
La verdad empezó a salir a la luz pública, a raíz de investigaciones, muy serias, realizadas desde años atrás por el reconocido periodista Erasmo Silva Cabrera (Avlis), cuya tarea continuaron Nelson Bayardo, Eduardo Payssé González y Ricardo Ostuni, entre otros.
En Uruguay: asunto de Estado y de turismo
Para Uruguay Carlos Gardel es un asunto de Estado. Así lo determina la ley 16.742, aprobada en mayo de 1996 por el Senado y la Cámara de Representantes de la República Oriental delUruguay, reunidos en Asamblea General, que consagra los 24 de junio —fecha de muerte del cantante— como el Día de Carlos Gardel.
Las celebraciones se realizan en el departamento de Tacuarembó, por tradición oral y por ley, algo así como la Meca de peregrinación de todo gardeliano que se precie. Allí fue engendrado, nació y pasó su primera infancia el niño que más
tarde sería Carlos Gardel. También a Tacuarembó fue a reponerse del balazo recibido en 1915, alojándose unos días en la estancia La Rosada de Pedro Etchegaray.
Con los años, el “Zorzal criollo” se ha convertido en un atractivo turístico del departamento. En Tacuarembó es omnipresente. La intendencia ha implementado un “tour gardeliano” para que el visitante conozca los distintos sitios relacionados con la vida del autor de “El día que me quieras”. Este recorrido toca sitios de influencia en la historia de Gardel como la catedral de la ciudad, la jefatura de policía, el cementerio, el teatro Escayola, la Estancia Santa Blanca, donde nació, y el almacén donde alguna vez hizo oír su voz el cantante, ahora convertido en museo. Todos estos lugares son piezas de ese complejo, fascinante y largamente silenciado puzzle que revela el itinerario vital del Zorzal Criollo.
La historia de Carlos Gardel puede parecer el argumento de una ópera o de una telenovela de la tarde, pero esta intriga no es obra de la fantasía, sino el resultado de varias y muy documentadas pesquisas que han realizado con seriedad y responsabilidad varios investigadores uruguayos y argentinos a partir de la década de 1960. Los hechos se deben enmarcar en el contexto social e histórico de una ciudad chica a fines del siglo XIX, en un momento en que el país estaba bajo el gobierno de una dictadura militar comandada por el general Máximo Santos. En esos años el hombre fuerte de Tacuarembó era el coronel Carlos Escayola, quien por entonces reunía una suma importante de poder, pues era juez, además de jefe de la policía y, con rango militar superior, tenía incluso, gran influencia sobre las milicias castrenses.
Las relaciones amorosas del coronel Escayola
La personalidad de Carlos Escayola, tan siniestra como fascinante, trasciende de los datos que integran su biografía oficial y de los altos cargos que desempeñó en la administración pública. Las tareas rurales no le fueron ajenas y fue dueño de dos estancias denominadas Santa Clara y Santa Blanca – los nombres de sus dos primeras esposas – que se indicaban como sitios de reclusiones clandestinas de sus enemigos políticos. Se destacó como cantante y guitarrista, dos atributos que heredó el hijo que nunca reconoció, interpretaba varios instrumentos musicales y mandó construir un teatro que aún lleva su nombre.
Su otra pasión eran las mujeres, -se le calculan 50 hijos naturales-. Con respecto a esta última afición, es necesario mencionar las tres uniones legales que tuvo con tres hermanas consecutivas. En la década de 1860 el coronel Escayola residía al lado de la familia Oliva-Sghirla, conformada por el matrimonio de Juan Bautista Oliva y Juana Sghirla y los cinco hijos de éstos, tres mujeres y dos varones. Fueron precisamente estas tres hermanas las esposas de este abarcativo coronel, quien también mantendría amoríos con Juana Sghirla, la madre de las niñas, una mujer que se caracterizaba por ser tan ambiciosa como bella.
En 1868 Escayola contrae nupcias con Clara Oliva, la mayor de las hermanas, con quien tiene dos hijas. Esta primera esposa del coronel fallece en 1871. En 1873 tiene lugar el segundo casamiento de Escayola, esta vez con la hermana de su finada esposa, Blanca Oliva, con quien tiene seis hijos. Pero esta segunda esposa se suicida en diciembre de 1886, abrumada por la vergüenza que le generó la relación de su marido con la tercera de las hermanas, María Lelia Oliva, a quien el Coronel seduce, teniendo éste 46 años y la niña alrededor de 13 años.
Nace el hijo de Tacuarembó
El embarazo de la menor de la familia, cuñada del Coronel, cuando ésta era aún una adolescente, fue ocultado por los familiares y obtuvo el silencio cómplice de la sociedad de la época que actuó, como todo pueblo chico, ocultando los escándalos de su jefe político. El 11 de diciembre de 1887, en una estancia cercana al paraje valleEdén, a escondidas y como una mancha vergonzante, nació el niño que con el tiempo sería el hijo más famoso de Tacuarembó, Carlos Gardel.
El niño le fue entregado primero a una peona llamada llamada Manuela Mora, Casco oBentos, y luego a una francesa que trabajaba de planchadora en un cabaret que pertenecía al Coronel Escayola, aprovechando la circunstancia de que ella, embarazada de un linotipista llamado Romualdo López, del periódico El Heraldo, de propiedad de Clelio Oliva – hermano de quienes fueron en diferentes épocas las tres esposas del nombrado coronel – había decidido ir a Francia a tener su hijo.
Esta mujer sería Berthe Gardes, quien dejó al niño en Montevideo, donde éste cursó sus primeros años escolares, habiendo quedado, supuestamente, al cuidado de Anaïs Beaux, o bien en un hogar maternal de esa ciudad.
En ese momento, el militar se casa con la tercera de las hermanas, María Lelia Oliva, – de quien el propio coronel era padrino -, el 20 de abril de 1889. La Iglesia consideraba incesto que un padrino desposara a su ahijada y hubo que solicitar una dispensa especial al Papa para que el matrimonio religioso pudiera realizarse, hecho recién concretado nueve años más tarde, el 30 de Julio de 1898.
Según testimonios malintencionados, Escayola sería el propio padre de María Lelia, fruto de las relaciones que él mantenía con su suegra Juana Sghirla. Esta versión sin embargo es falsa, ya que el parecido de Gardel con la familia paterna de María Lelia, evidencia que ésta fue hija biológica de Juan Bautista Oliva.
Desde el año de su primer matrimonio – 1868 – hasta su definitiva viudez en 1905,Carlos Escayola tuvo quince hijos legítimos de sus tres matrimonios, con las tres hermanas.
La permanencia de alrededor de tres años de Carlos Gardel en Montevideo ha quedado finalmente probada a través de una fotografía escolar que le fue tomada en la Escuela Urbana de varones de Segundo Grado Nº 27, de la calle Durazno 337, hecho además incompatible con la documentada trayectoria escolar del hijo de Berta Gardesen Buenos Aires.
Cuando en 1890, Berta Gardes regresa al Río de la Plata con su hijo francés de dos años y medio, le es entregado el hijo bastardo de Carlos Escayola (que ya tenía entonces alrededor de ocho), tarea delegada en el abogado de la Familia, Dr. Mateo Parisí. No pudiendo hacerse cargo de los dos niños, Berta deja a Carlitos con la señora Rosa Franchini y a su hijo Charles Romuald con su comadre Rosa Carrol de Vacca, razón por la cual estos dos niños nunca habrían vivido juntos. Si bien toda reconstrucción histórica es conjetural, los elementos hasta ahora conocidos hacen que nos vayamos acercando paulatinamente a la historia posible.
La teoría más cercana
Hasta 1913 aproximadamente, Carlos Gardel utilizó la identidad del hijo francés de Berta Gardes para desenvolverse, pero en 1920, se documentó legalmente como Carlos Gardel, nacido en Tacuarembó en 1887, hijo de Carlos y María Gardel, ambos uruguayos y fallecidos y con esa documentación viajó, firmó contratos y adquirió propiedades durante toda su vida. Es posible que haya elegido el año 1887 como el de su nacimiento, con la esperanza de develar alguna vez su verdadero origen y justificar haber.
sido concebido cuando Carlos Escayola era ya viudo de Blanca Oliva, lo que lo convertía en hijo natural no adulterino.
La reivindicación de su nacionalidad uruguaya, que cobró fuerzas en los años ’70, tiene el propósito de desenmascarar que la teoría del Gardel francés, nacido enToulouse, fue creada con el objetivo de apropiarse de la cuantiosa herencia del cantante. La alteración de los datos —la edad, el nombre, el lugar de nacimiento— que sostienen la teoría de un Gardel francés fueron obra de Defino, su apoderado, quien inventó un testamento ológrafo en el que el “Zorzal” se declaraba nacido en Toulousey daba por heredera a Berta Gardes, con la finalidad de seguir “administrando” él la herencia del desaparecido cantante, asegurándose, al haber involucrado en un fraude a Berta Gardes, el silencio cómplice de quienes conocían el cariño de Carlos por su madre adoptiva.
“El testamento hizo pensar desde un principio en una estafa para apoderarse de la herencia de Gardel, ya que resultaba muy extraño testar a favor de su supuesta madre –Berta Gardes– que heredaba directamente, de serlo, sin necesidad de testamento alguno”, escribió Nelson Bayardo en Informe sobre el tango. Más adelante agrega que esto fue “una maniobra que cumplió la finalidad perseguida de apoderarse de la herencia de Gardel, que en rigor pertenecía al fisco argentino, pero que no pudo torcer la verdad histórica: Gardel era el más auténtico rioplatense, ya que nacido enTacuarembó, Uruguay, tuvo su patria artística en Buenos Aires”.
El ídolo
Gardel desarrolló una carrera literalmente abrumadora. Cuando la industria discográfica apenas se comenzaba a desarrollar, él fue el primero en aprovechar sus potencialidades, convirtiéndose en un fenómeno radial y cinematográfico. Basta mencionar que Gardel realizó 1.600 grabaciones en 32 estilos diferentes que van desde rancheras, tangos, milongas, canciones camperas, valses o baladas. Además compuso 82 canciones, algunas de las cuales son éxitos imbatibles de todos los tiempos, como “Volver”, “Por una cabeza”, “El día que me quieras” o “Mi noche triste”, el primer tango canción en la historia del tango. Además de una importante carrera en cine que desarrolló tanto en Argentina como en Hollywood.
Pero lo más asombroso de todo es que ahora, más de 70 años después de su trágica muerte en Medellín, es aún más famoso que en vida. Las canciones de Gardel, que cada día canta mejor, sólo en Uruguay y sólo por Radio Clarín son emitidas durante más de seis horas por día, los 365 días del año y su foto es ubicada en miles de hogares, comercios y bares de todo el país. Recientemente, el exhaustivo trabajo de investigación sobre la escolaridad de Carlos Gardel en Montevideo, que he llevado a cabo con la inestimable colaboración de María Hortiguera, Directora del Museo Pedagógico de Montevideo, fue presentado a la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Diputados del Uruguay por los diputados del Partido Nacional, Beatriz Argimón y Julio Cardozo.
Los representantes de la Comisión se mostraron muy interesados por los aportes de este nuevo relevamiento sobre la vida del cantor. Lo primero que harán en breve será, en la medida que entiende a Gardel como un símbolo de la identidad uruguaya, poner este trabajo en conocimiento de los Ministerios de Educación y Cultura y de Relaciones Exteriores.
De Ricardo Ostuni y Martina Iñiguez: Comentarios y conclusiones aclaratorios
Me da mucho gusto saber que hay personas, como el señor Gilberto Castillo, que llegaron a la conclusión de que la versión de la orientalidad de Gardel tiene más visos de realidad que la que lo quiere el francés. Sin embargo, quisiera aportar los siguientes comentarios a fin de esclarecer algunos puntos que tengo la certeza de que son erróneos, y que su deseo es el relatar los hechos de la manera más veraz posible:
1) En la medida en que las hijas fueron creciendo, -a expensas de Juana, mujer carismática y de gran personalidad e interesada en mantener de su lado al coronel-, empezaron a ir al lecho de este, para terminar siendo sus esposas. La primera fueClara Oliva quien después de ser amante de Escayola, se casó con él a la edad de 21 años. Es la primera vez que escucho que Clara Oliva fue amante de Escayola antes de ser su esposa. Considero que, al no tener la certeza de que fue así, no hay razón que justifique que se enlode su reputación.
2) En aras de aclarar la historia hay que decir que María Leila había nacido en 1869, un año después de que Escayola contrajera matrimonio con su hermana Clara. El padrino de bautismo de María Leila fue el coronel Carlos Escayola, y las malas lenguas, sin poder probar esto, dicen que si el coronel mantenía relaciones con Juanasu suegra, es posible que fuera el padre de su propia esposa. Esto resultaba posible, y tendría como resultado que Carlos Gardel es hijo de un incesto, pues María Leila, en vida de su hermana Blanca, visitaba al coronel en su lecho.
Considero poco serio hacerse eco de lo que dicen las malas lenguas. Carlos Escayolaera padrino de María Lelia y la Iglesia consideraba incesto la unión matrimonial de un padrino con su ahijada, por ese motivo, para que la boda religiosa pudiera realizarse hubo que solicitar una Dispensa Papal. El matrimonio civil de Escayola y María Lelia se realizó el 20 de abril del año 1889. En cambio el matrimonio religioso sólo puede concretarse 9 años después, el 30 de agosto de 1898. No hubo incesto biológico y eso se advierte fácilmente observando el parecido de Carlos Gardel con la familiaOliva. La misma Susana Cabrera, cuando le comenté este hecho reconoció que María Lelia no podía ser hija de un incesto por el parecido físico que tenía con su padre y todos los Oliva, heredado también por su hermano Clelio. Si Carlos Gardel y Clelio Oliva se parecen es porque Carlos heredó los rasgos de su madre, que era Oliva. Si hubiera sido hija de Escayola, no hubieran podido parecerse Gardel y Clelio.
3) A este respecto, años después, la hija mayor del coronel Amabilia, hablando de la nacionalidad francesa de Gardel, y mostrando enfado por la situación presentada en su familia afirmó: ¿De dónde sacaron eso del Gardel francés, si fui yo misma quien le arregló a Escayola el problema de su hijo para que se lo llevara la francesa? No fueAmabilia Parisí quien le arregló el problema a Escayola sino el Dr. Mateo Parisí, su padre, abogado de la familia y yerno del Coronel.
4) Bertha Gardes no era ninguna mansa paloma. Posiblemente así fuera, pero ¿Para qué enturbiar la imagen de una mujer que, a pesar de sus circunstancias fue la única que cumplió su rol de madre con Gardel. Siempre las puertas de su casa estuvieron abiertas para él y en la medida de sus posibilidades, le proporcionó una identidad cuando no la tenía y lo apoyó en todo momento. Fue Gardel quien la rechazó al principio porque no se resignaba a ser el hijo de una oscura planchadora cuando sabía que provenía de una familia aristocrática. El amor a su madre adoptiva, Berta Gardes, fue algo que tuvo que aprender de a poco y que se fue agrandando con el tiempo. Un amor puesto en duda por algunos por aquello de “dime de que alardeas y te diré de qué careces”. Yo encuentro natural que haya llegado a querer profundamente a esa mujer que le brindó generosamente lo que su madre biológica le negó, al margen de las razones poderosas que hubiera podido tener para hacerlo. El punto que marca la fe y el amor que sentía hacia ella, de los que muchos han dudado, queda probado por uno de sus últimos actos en Argentina: El 23 de febrero de 1933 alquila un cofre en The First National Bank of Boston a nombre de Berta Gardes y Carlos Gardel, con acceso INDISTINTO. Un hecho aparentemente tan “material”, es prueba definitiva de la fe, la confianza y por consiguiente el amor que Gardel llegó a profesar a Berta Gardes. Es prueba irrebatible de que era el ser en quien más confiaba en la tierra y de que era también la persona a quien más se ocupó de asegurarle el bienestar económico en el caso de que a él le ocurriera una desgracia. Si bien se ha hablado mucho sobre el testamento ológrafo que Defino le “aconsejó” redactar a Gardel para que Berta no tuviera “inconvenientes” en caso de su fallecimiento, éste ya se había ocupado ANTES, y sin mediar “consejo” de nadie, de dejarle a Berta, dentro del cofre al que ella tenía acceso aún en caso de desaparición del cantor porque también era locataria titular de la caja, desde el 23 de febrero de 1933, títulos del Banco Hipotecario Nacional por valor de $72.000.000 m/n. Teniendo en cuenta que la casa de Jean Jaurés costó $50.000 m/n, se trataba de una suma muy importante. Este tema da para mucho pero lo dejo aquí porque sólo quería enfatizar quien era la persona en quien él más confiaba y a quien él más amaba en el momento de su muerte. Tratemos entonces de dejar de lado todo lo que pudiera enlodar su memoria.