¿La moda si incomoda?

Las mujeres sacrifican la salud por extrema vanidad

¿Cuántos de nosotros hemos escuchado de nuestras esposas, hermanas o madres, antes de salir para ese importante compromiso familiar frases como “te vas a poner eeeesssssooooo?” O las hemos visto abrir los closets en los que no cabe ni un par de medias más y decir “no tengo nada que ponerme”. Sin duda laguna, la culpable de esto es La Moda.

¿Qué es la moda? ¿Por qué nos complicamos la vida con algo así? Tratando de ahondar más en el tema, y, como en otras ocasiones, hay que remontarse un poco a nuestros antepasados prehistóricos, a partir de los cuales se pueden encontrar algunas pistas.

La fuerza principal que parece estar detrás de la moda es la necesidad propia del ser humano de pertenecer a un grupo social. Desde los inicios de la humanidad, ésta ha sido un animal social, perteneciente a un clan o tribu, con el cual se identifica. Parte de esta identificación, aunque inconsciente, consiste en vestir de manera parecida, siguiendo las pautas señaladas por el jefe de la tribu, o en nuestro caso más moderno, no por el presidente de la república (¡gracias a Dios!), sino por líderes de opinión como cantantes, actores, ejecutivos exitosos, deportistas, etc.

Otro factor que está muy relacionado con la moda es el estatus. Es indudable que, el estar “siempre a la moda”, influye en el estatus de la persona dentro de su círculo. Este tema también puede rastrearse hasta nuestros antepasados. Mucho del éxito como grupo u clan o tribu podía medirse en la forma en que vestían, esto por una sencilla razón: mientras más exitoso era el individuo, el clan o la tribu cazando y buscando alimento, más posibilidades tenia para hacer “trueque” y más tiempo podía dedicar a otras actividades cómo elaborar sus vestimentas y al ocio.

El valor de una prenda en esa época, no se medía con base a una moneda, sino posiblemente al tiempo que se había empleado en elaborarla. Mientras más tiempo disponible, mejor y más elaborada la prenda, por lo tanto mayor el éxito del grupo humano y el estatus del mismo.

A través de la vestimenta buscamos transmitir un mensaje inconsciente que dice “soy exitoso”. Eso se refleja usando ropas caras o que lo parezcan, y es lo que nos lleva a pagar precios altos por una marca, aunque muchas veces la calidad sea inferior a la de otras prendas mucho más económicas.

La mujer: más cerca de la moda

¿Por qué las mujeres son las que más siguen de cerca los cambios de la moda y las que mejor la entienden? Básicamente, según dicen los antropólogos y sociólogos, por dos razones: La primera es que el hombre, para atraer a su pareja, debía demostrar principalmente que era un buen proveedor, mientras que la mujer buscaba atraer demostrando salud, belleza, habilidad en sus tareas y estatus. La segunda es que la mujer, a través de la historia, ha sido la que ha estado más vinculada a la elaboración de las prendas de vestir, desde unir las pieles hasta hilar las telas, lo que la ha obligado a estar siempre al tanto de las tendencias. Y cabe mencionar una tercera razón: la vanidad, en la mayoría de los casos, extrema, pues a veces sacrifican salud por belleza y moda.

El popular dicho que dice que “la moda no incomoda» al parecer ya no tiene cabida en estos tiempos después de que un estudio determinó que el 80% de mujeres italianas, por ejemplo, sufre dolores o se enferma por culpa de la moda. Usan zapatos de tacones altos, ropa ajustada o vestidos ligeros también en invierno.

Salud por vanidad

Es tal la influencia de la moda en la mujer que en la mayoría de los casos sacrifican la salud por verse lindas a toda hora, ganándose problemas de salud como por ejemplo en los riñones, venas varices, miopía (no aceptan las gafas) o en general dolores en el cuerpo, todo por la extrema vanidad.

El informe, de la revista Salute Naturale, que se aplica también en países latinoamericanos, analiza, por ejemplo, la relación entre los dolores y el tipo de ropa que se usa.

El 80% de las mujeres sufre dolores o se enferma por culpa de la moda, que las anima a ponerse altísimos tacones, ropa ajustada o vestidos ligeros también en invierno.
El informe analiza la relación entre el malestar o dolor que sienten algunas mujeres y el tipo de ropa que se ponen, según una encuesta realizada a 986 italianas en edades comprendidas entre los 20 y los 55 años.

De las féminas entrevistadas, el 82% ha tenido algunos problemas físicos que los expertos atribuyen a la ropa o accesorios que ha llevado y los principales son los relacionados con la circulación (62%), sudoración excesiva (59%), dermatitis (43%), callos y excoriaciones en los pies (39%).

También, según el estudio, las mujeres padecen reacciones alérgicas (31%) debido al contacto sobre todo con el hierro de hebillas o botones con la piel, pero también sufren por la hinchazón de los pies (21%), y otro grupo por dolor de espalda (18%).

Accesorios peligrosos

Las principales causas de estos problemas son, según dicha investigación, los vestidos demasiado cortos o ajustados (28%), los zapatos altos o incómodos (26%), los tejidos sintéticos o no transpirables (15%), ropa interior molesta (12%) y bolsos demasiado pesados (8%).

El informe también enumera la lista de los accesorios «más peligrosos» para la mujer, como son: el sujetador con aro (72%), los zapatos de tacón alto (65%), los vaqueros demasiado ajustados (61%), la tanga (58%), las camisas o camisetas que dejan el ombligo al descubierto también en invierno (52%), los pendientes de bisutería (32%) y finalmente las medias (28%).

Los imprescindibles Tacones

Los expertos consultados por Salute Naturale indican que los zapatos de tacón alto producen, además de callos, heridas, problemas de circulación y los juanetes, que «padece una de cada tres mujeres».

Sobre todo, la mujer elige el «sufrimiento» de vestir a la moda cuando tiene una cita galante (31%), aunque también sorprendentemente se reveló que cuando hace deporte (25%) o en las entrevistas de trabajo (19%).

Roma, la capital italiana, es una de las ciudades que marca tendencias en la moda en Europa y América. Los desfiles de los grandes diseñadores concitan el interés de las más grandes cadenas de ropa y son las informaciones más leídas por las mujeres en revistas y periódicos.

Vestir a la moda no tiene por qué repercutir en la respiración, resentir la circulación sanguínea, ni causar problemas digestivos o perjudicar alguno de los órganos o el equilibrio corporal.

Consejos para disfrutar la indumentaria sin perjudicar la salud

El término anglosajón “fashion victim” (víctima de la moda) suele asociarse con trastornos de la alimentación, la imagen y el peso corporal como la bulimia o la anorexia, o bien con desórdenes psicológicos como el consumo o la compra compulsivos, o la obsesión por un “cuerpo de pasarela”.

Sin llegar a esos extremos patológicos, existen muchos hábitos o formas de vestir que pueden resultar nocivos, y que suelen pasar inadvertidos porque sus daños se manifiestan a largo plazo.

Para evitar que los zapatos, pantalones, camisas y vestidos que hoy se adquieren en las tiendas, no conduzcan mañana a la consulta del médico, y para que la vestimenta resulte cómoda y se adapte a su cuerpo, postura y movimientos, los especialistas aconsejan seguir algunas las reglas básicas de la indumentaria sana:

¡Ojo con el bolso! Un objeto tan habitual y de uso cotidiano como el bolso suele usarse de manera inadecuada, perjudicando la salud: los que tienen un peso excesivo pueden producir trastornos de los tendones en los hombros, y en las chicas más jóvenes que están en período de crecimiento, puede favorecer la desviación de la columna vertebral.

Pruébese lo que compra. Jamás mire la talla de una prenda por hecho que le será cómoda porque es la que siempre utiliza. Incluso en ropa de la misma marca las medidas pueden variar de una temporada a otra, y lo que antes le quedaba bien ahora puede apretarte.

También conviene poner a prueba el sujetador, levantando los brazos, moviendo las gomas de sujeción y comprobando que no dejan marca ni se clavan los aros, y que tampoco afecten lo senos.

Finalmente, al adquirir zapatos, pruébeselos ambos y cerciórese de que puede mover bien los dedos, en lugar de seguir consejos como “el zapatero los pone en la horma y después los agranda”. Si no funcionan bien en la tienda, tampoco lo harán en la calle.

Sobre Ver Bien Magazín

Somos un magazin quincenal con noticias variadas y positivas, que nos ayuden a conseguir un mejor entorno, a ver la vida de manera más positiva, y a construir un mejor mañana. Trabajamos con respeto, independencia y capacidad crítica, sin filiación religiosa ni política. Sin distingos de clase social ni raza. Nuestros únicos credos son: la vida sana, un futuro mejor para nuestros hijos y generar conciencia colectiva con este país, hermoso, llamado Colombia.

Comentar