Por: Gabriel Ortiz
Las extremas sufrieron el más duro golpe durante las elecciones de domingo pasado, mientras el centro se fortaleció y triunfó la concordia entre los colombianos.
La extrema derecha del expresidente Uribe se despeñó, a pesar del intenso recorrido que este hizo a lo largo y ancho del país.
La gente no quiere más la vieja política del NO a todo. Se cansó de las extremas de Uribe y el Polo. Busca dirigentes progresistas, constructores, amantes de la paz, de la reconciliación, de la transparencia, de la honestidad, de la justicia social. Derrotó las corruptelas de los caciques que vienen destruyendo el país.
Las extremas corrompen porque sus seguidores adquieren tal fanatismo que ven con buenos ojos todos los atropellos que cometen politiqueros demagogos. Los ciega la intolerancia.
El elector recuperó este domingo la sensatez, la cordura, la sabiduría y el aplomo. Advirtió los estragos de gobiernos y gobernantes corruptos, arrogantes, antidemocráticos, demagogos, inhumanos y déspotas. Encontró personas nuevas, honradas, alejadas de la vieja política, y deseosas de servir a sus comunidades.
Era impensable que personas como Armitage, Rodolfo Hernández, Gutiérrez Zuluaga y Manolo, entre otros, pudieran llegar a dirigir los destinos de sus terruños. Y ahí están listos para tomar el timón, eliminar la corrupción e implantar el desarrollo para todos. Peñalosa y Char, reasumirán esos cargos, con ganas de acertar de nuevo.
Llegan caras nuevas con ímpetu y decisión. El bumangués Rodolfo Hernández, aplicará una política que de seguro garantizará la transparencia, la honestidad y vacunará su administración contra la corrupción: entregará los entes de control a la oposición, o a partidos o agrupaciones que no lo acompañaron. Esa es una fórmula saludable que debería ser imitada por los nuevos alcaldes y gobernadores. Es hora de sanear el Estado y qué mejor que empezar por quienes conviven con el elector primario.
Lamentablemente los partidos, con excepción del Liberal y Cambio Radical, se deterioraron, se debilitaron, en los precisos momentos en que el país necesita agrupaciones fuertes y con autoridad, para lograr que sus representantes en los cuerpos colegiados actúen con disciplina y rectitud para expedir las normas ejemplares que tanto necesita nuestra nación.
BLANCO: Los cuarenta años que alcanza el Premio de Periodismo Simón Bolívar que nació del ingenio de Yvonne Nicholls y proyectó la perseverancia de José Alejo Cortés.
NEGRO: El alza injustificada de las tarifas de energía.
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