Por: Antonio Andraus Burgos
Los Cachorros de Chicago van a la serie divisional frente a los Cardenales de San Luis, tras blanquear a los Piratas de Pittsburgh, en el partido del comodín. Los Mets de Nueva York abren frente a los Dodgers, en Los Ángeles, en la otra serie de la Liga Nacional.
Jake Arrieta sencillamente lució impresionante desde la loma de los sustos.
Dominó por completo a los Piratas de Pittsburgh y la angustia del sexto capítulo, cuando tuvo bases llenas con un out colgado en la pizarra, fue un tremendo susto pero salió airoso, conduciendo a los Cachorros de Chicago a una esperada victoria en Pittsburgh, en el juego de ‘’muerte súbita’’ para definir el comodín de la Liga Nacional, por pizarra de 4 carreras por 0.
Fue espectacular la actuación del derecho de los Cachorros. Fue impecable en los nueve episodios que laboró, permitiendo apenas 4 inatrapables, no otorgó ninguna base por bolas y se llevó por la vía de los buenos lanzamientos a 11 rivales, golpeando inesperadamente a 3 bateadores, ninguno de ellos intencional, como sí lo fue el que recibió Arrieta por parte del relevista zurdo Tony Watson, en la apertura del séptimo capítulo, cuando se vaciaron los bancos de juego de ambos clubes, en una trifulca que seguramente causará sanciones disciplinarias y económicas a los participantes de tan desafortunado momento.
Jake Arrieta recibió el bolazo intencional de Watson pero se quedó tranquilo. Caminó hasta la almohadilla de primera base, y guardando la compostura de un profesional – algo muy diferente al protagonismo antideportivo de Sean Rodríguez, de los Piratas, sin duda alguna, el más ofuscado en la riña -, esperó que se calmaran los ánimos, siguió como si nada hubiese pasado y concluyó con jerarquía su juego desde la loma de los sustos.
La victoria de los Cachorros fue apoyada por descomunales batazos de los bateadores zurdos Kyle Schwarber, el guardabosques derecho, quien impulsó 3 de las 4 rayitas de su equipo, incluyendo dos con el ‘’bambinazo’’ en el tercero; y el de Dexter Fowler, el jardinero central, en el 5 episodio, con las bases limpias, cuadrangulares ambos frente al abridor y crédito de los Piratas, Gerrit Cole, el perdedor del desafío.
En el sexto, cuando los Piratas congestionaron las bases con un out, se debió más que todo a un error del paracortos Addison Russell, sobre un batazo de Andrew Mccutcheon, tras un sencillo y un bateador golpeado. Pero Jake salió incólume al obligar al cuarto bate de los ‘’bucaneros’’, Sterling Marte, a despachar roletazo al torpedero Russell, quien inició la fabricación de una doble matanza, con Starling Castro en segunda y Anthony Rizzo, en la primera.
Fue en ese episodio cuando los Cachorros aseguraron la victoria, pues Arrieta estuvo impenetrable en el resto de los tres episodios, utilizando 113 lanzamientos, de los cuales 77 fueron buenos; ante 40.889 espectadores que colmaron el PNC Park de Pittsburgh, para ver caer, por tercera ocasión consecutiva en el juego extra del comodín, al equipo de casa.
Las divisionales
El triunfo de los Cachorros los conduce a la serie divisional frente a los formidables Cardenales de San Luis, la mejor novena de esta temporada de las Grandes Ligas, con 100 victorias y 62 derrotas, en una confrontación que tiene visos de clásicos en todos los partidos.
El zurdo Jon Lester, con registro de 11-2 y 3.34 de efectividad, ha sido escogido por el estratega de los Cachorros, Joe Maddon, para que se haga cargo del primer desafío en San Luis, que se jugará a partir de las 6:30 de la tarde de este viernes 9 de octubre, en el Busch Stadium; mientras que el veterano derecho John Lackey, con marca de 13-10 y 2.77 carreras limpias por juego, fue seleccionado por el capataz de los Cardenales, Mike Matheny, para el sensacional partido.
El segundo compromiso de los 5 previstos en la serie divisional, también se hará en San Luis, y será el sábado por la tarde-noche, a partir de las 5:30. Descansarán el domingo y el lunes, jugarán el tercero en el Wrigley Field, de Chicago, lo mismo que el cuarto partido, si se necesita. Si es necesario también el quinto, descansarán el miércoles y regresan a San Luis para el quinto y decisivo juego, el jueves 15 de octubre.
Los Cachorros exhibieron buena parte de los que son capaces en esta final de temporada, en el choque frente a los Piratas, y la forma en que mueve todas sus fichas el capataz Joe Maddon. Pero pueden dar más, y eso los hace seguramente peligrosos en una contienda tan cerrada y tan corta como la serie divisional.
Los Cardenales mostraron todo su empuje y calidad en la campaña regular de este 2015, y por algo se erigieron como el mejor club del año, con sus 100 victorias. Pero tendrán que probar, una vez más, de qué están hecho para esta difícil confrontación, con hombres claves como el dominicano Johnny Peralta, Jason Heyward, Matt Carpenter, el puertorriqueño y receptor titular, Yadier Molina, si es que alcanza a jugar en salud, pues la lesión de su mano derecha podría ser fatal para el equipo; Matt Holliday, Brandon Moss, Kolten Wong, en fin, con todos sus titulares en acción.
Hay que señalar que si se tuviese en cuenta solamente las estadísticas de ambos clubes, los Cardenales lucieron mejor tanto a la ofensiva y a la defensiva, como en su departamento serpentinero. San Luis tuvo registro de 253 con el madero colectivo, contra 244 de los Cachorros; a la defensiva, jugó con 984 frente a los 982 de sus rivales; y en materia de lanzadores, los Cardenales obtuvieron 100 triunfos ante 97 de los Cachorros, y en efectividad, fueron los líderes en las Grandes Ligas, con 2.94 contra 3.36 de sus contrincantes de turno, que ocuparon la tercera casilla en la general.
La otra serie
Empero, las miradas de los aficionados al béisbol de las Grandes Ligas se han repartido muy bien este año, especialmente en la Liga Nacional, porque los Mets de Nueva York harán la otra serie divisional frente a los ‘’millonarios’’ Dodgers de Los Ángeles, cuya novena espera con optimismo llegar a la disputa de la corona del Viejo Circuito.
Terry Collins, el piloto de los Mets, le entregará la bola en la lomita de los sustos para el primer partido, al derecho Jacob deGrom, quien tuvo en la campaña 14-8 y 2.54 de efectividad, mientras que Don Mattingly, el estratega de los Dodgers, se la dará a su estelar zurdo, Clayton Kershaw, con actuación de 16-7 y 2.13 de carreras limpias por juego, en partido donde los lanzadores deben ser los grandes protagonistas.
El juego se efectuará este viernes 9 de octubre, a partir de las 9:30 de la noche, hora del Este de los Estados Unidos. El segundo compromiso de esta serie, será el sábado a partir de las 9:00 de la noche. El domingo las novenas descansan, y viajan a Nueva York para jugar en el Citi Field el tercer choque, el lunes. Si se necesita el cuarto, también se jugará en Nueva York, el martes venidero. Y si hay que jugar el quinto y decisivo partido, se descansa el miércoles y se volverá a Los Ángeles, para efectuarlo el jueves próximo.
El cubano Yoenis Céspedes, Curtis Granderson, Michael Cuddyer, Lucas Duda, Daniel Murphy, David Wright, Eric Young Jr., Travis d´Arnaud, Michael Conforto, y el dominicano Juan Lagares, pueden hacer la gran diferencia a la hora de la verdad con el uso del bate por los Mets.
Y en cuanto a los Dodgers, el mexicano Adrián González, los cubanos Yasmani Grandal y Yasiel Puig, Corey Seager, Chase Utley, Andre Ethier, Carl Crawford, A.J. Ellis, Joc Pederson, Howie Kendrick, Jimmy Rollins y el venezolano José Peraza, tienen que demostrar por qué hacen parte de la novena mejor pagada en el béisbol de las Grandes Ligas.
Las dos divisas se muestran parejas desde el punto de vista de las estadísticas generales. Los Dodgers colectivamente, fueron mejores en ganados y perdidos, con 92-70 y los Mets señalaron 90-72. Pero en efectividad, los Mets están por encima con la mínima diferencia, con 3.43 contra 3.42 de los Dodgers. A la ofensiva, los Dodgers batearon para 250 contra 244 de los Mets; y a la defensiva, con los 988 de los Dodgers, ocuparon el primer lugar de la tabla en las Grandes Ligas, superando a los Mets que obtuvieron un puntaje de 986, quedándose en la décima casilla.
Las series son sencillamente interesantes y pueden resultar muy cerradas tanto en los tableros de juego, como en el accionar de cada uno de los partidos y de los jugadores.
Teniendo en cuenta la actuación de las cuatro novenas en contienda en las series divisionales, escogemos para disputar la final por el título de la Liga Nacional a los Cardenales de San Luis y a los Dodgers de Los Ángeles.