Verbien magazin El tiempo corre hacia atrás y solo lo atan los buenos recuerdos y las buenas acciones. Gilberto Castillo
Bill Gates, el hombr más rico del mundo
El mundo definitivamente se divide en dos: el de los ricos y el de los pobres. Y frente a esta gran frontera no hay divisiones de territorio, de religión, de idioma, de moral y mucho menos de raza, ni de clima, porque el dinero traza su propia frontera y esta resulta insuperable. Pero dentro de estos dos grupos, se nos antoja, que podemos hacer nuestras propias subdivisiones. Los que tienen demasiado, los que tienen mucho, los que tienen medianamente, los que tienen poco, los que tienen algo y los que no tienen nada. Pero la frontera del dinero nos divide de otras formas, porque mientras que medio mundo vive preocupado por los altos niveles de pobreza y necesidades, el otro medio, hace sus propios análisis estadísticos sobre el aumento de los millones de dólares y la falta de espacios para gastarlos, que muchos tienen.
Por un lado se habla de los personajes y las empresas más ricas del planeta, de sus inversiones y sus objetivos, pero sobre todo de sus enormes utilidades, hasta el punto de que exista el “Club de los millonarios”, y en ellos, y en sus logros “heroicos”, cada año se centran los estudios de expertos como Merrill Lynch y Cap Gemini Ernst & Young, que con verdadera complacencia y credo por lo divino, sacan su informe anual sobre estos adalides del oro y la opulencia.
Por la otra parte, muy cerca de los ricos y pisando el mismo suelo y respirando el mismo aire, sin club y sin quién los admire, esta el mundo de los pobres. Y los estudios que sobre ellos hacen: El Banco Mundial, La Unicef , la ONU y otras entidades especializadas, a muy pocos les interesa, a casi nadie le llaman la atención, y por el contrario, incomodan a todo el mundo. Y cada día son menos los que tienen más y muchos más los que tienen menos. Como quien dice el club de los millonarios disminuye y el de los pobres aumenta.
El top de los dólares
En el aparecen los diez más ricos del planeta y estos son en su orden: El indomable Bill Gates que con sus $ 52.000 millones de dólares le saca una buena ventaja a sus demás competidores. En segundo lugar está el también norteamericano Warren Buffet con 44.000 mil millones. Con la de bronce se alza Lakshmi Mittal de la India con 25.000 millones. En cuarto lugar aparece el mejicano Carlos Slim con 23.000 millones. En el quinto el príncipe Alwaleed Bin Talal Alsaud de Arabia Saudita; en el sexto Ingvar Kamprad de Suecia, y le sigue Paul Allen de Estados Unidos, en el séptimo lugar, todos ellos con más de 20 mil millones de dólares. En el puesto 8, 9 y 10 estarían: Karl Albrecht, Lawrence Ellison y Robson Walton de la familia Walton, cuyos cinco hermanos ostentan una fortuna de 100 mil millones de dólares. Es decir 20 mil por cabeza, mal contados. Pero estos multimillonarios más otros tantos del mundo suman solamente el 0.2 % de toda Humanidad y se calcula que manejan la cuarta parte del dinero que está en poder de manos privadas.
E sas multimillonarias cifras crean interesantes inquietudes entre propios y extraños. Veamos un ejemplo: Si a la dichosa familia Walton, le sacarán un pedacito, siquiera un 5 por ciento de lo que le corresponde a cada integrante, de esos 100 mil millones de dólares, tendríamos 5.000 millones para ser destinados a los pobres que en los países en vía de desarrollo alcanzan los 1300 millones de personas. ¿Y qué no se podría hacer si lográramos que Bill Gates, nos diera otros 5.200 mil millones, y los demás ricos otro poquito? Podríamos ayudar a subir las acciones del “club de los pobres”.
Curiosamente, en este ranking de los más ricos de todos, por lo menos la mitad reside en la tierra de la libertad, pero en términos absolutos -teniendo en cuenta a los 7 millones totales de millonarios en el mundo- hay más potentados en Europa que en Norteamérica (Estados Unidos y Canadá).
Si se trata de repartición, la mitad de los más de 32 billones de dólares que se acumulan en este círculo exclusivo, se reparte entre zonas, pero no a partes iguales. Los europeos con más de un millón de dólares son 2,5 millones y manejan un 32 por ciento del total del dinero, mientras que los norteamericanos ascienden a 2,2 y controlan un 29 por ciento.
Ejemplo de pobreza en el mundo
Y “El club de los pobres”, entre tanto, maneja su propio ritmo en cuanto a cifras. En los países pobres, 120 millones de personas carecen de agua potable; es decir, no ven un un dólar de los que tienen los ricos ni para tomarse un tinto. 842 millones de adultos son analfabetas, 766 millones no cuentan con servicios de salud, 507 millones cuentan con una esperanza de vida de tan sólo 40 años de edad, 158 millones de niños sufren algún grado de desnutrición y 110 millones en edad escolar no asisten a la escuela.
Y las cifras no paran. 852 millones de personas tienen dificultad para alimentarse; de éstas el 95% viven en países en desarrollo, mientras que el 75% habitan en áreas rurales. En este caso, por ejemplo, uno de los Walton podría destinar 5.000 millones de dólares, sin el más mínimo peligro de entrar en quiebra.
De hecho, los autores del documento consideran «admirable» cómo ha aumentado el número de personas con riqueza neta, sobre todo si se tiene en cuenta la poca estabilidad de los mercados de la zona y las crisis como las de Argentina.
Los analistas del tema sobre la tendencia de la pobreza advierten que más de 1⁄4 parte de la población en las regiones en desarrollo y 1/3 de la población mundial, viven en condiciones de pobreza con ingresos diarios de un dólar por persona.
El Banco Mundial, sugiere una línea de pobreza de: a) 2 dólares diarios para América Latina y el Caribe; b) 4 dólares diarios para Europa Oriental y la ex Unión Soviética; c) 14 dólares diarios por persona para los países industrializados.
Con pobres o con ricos entre los países que menos sufren están: Suiza, Alemania, España, Suecia, Italia, Japón, Austria, Estados Unidos, Gran Bretaña y Hong Kong. Y entre los que más padecen serias dificultades de pobreza, se mencionan a: Mozambique, Somalia, Afganistán, Haití, Angola, Etiopía y El Zaire.
Total: el mundo de los millonarios continúa con su ritmo de enriquecimiento sin ningún problema, y el de los pobres cada vez con menos esperanzas de cambiar de ritmo, según los estudios y análisis de los expertos. Y es que finalmente con hambre, no se puede bailar de ninguna forma.
