Por: Gabriel Ortiz
Cuando nos endilgaron, muy diplomáticamente, la culpabilidad del apagón que se nos viene encima, nos quedamos, como dicen los mejicanos, con los ojos cuadrados.
Muy buen trabajo, impecable y conmovedor, el de los encargados de las comunicaciones del gobierno y de las diferentes agencias y empresas a las que se les encomendó alumbrarnos.
Después de lo ocurrido en los noventa, parecíamos haber quedado vacunados contra otra tragedia similar, que tal vez lo único positivo que nos dejó fue “La luciérnaga” de Hernán Peláez y Yamid, ahora bajo la batuta de Gustavo Gómez.
Pero vemos que los casi 8 mil millones de dólares (16 billones de pesos) que nos sacaron de nuestros bolsillos, bajo la figura del “cargo por confiabilidad” que garantizaba cero apagón, no han servido para nada. Y nadie sabe en cual o cuales escarcelas se encuentra ese dinero.
La famosa pirinola de Mockus, según la cual “todos pagan”, revivió para esculcarnos de nuevo. La ciudadanía puso la confiabilidad y ahora ahorra; ¿qué más quieren? Vendrán nuevos “cosquilleos”.
Cada que aparece el aviso de “apagar paga”, nos ponemos colorados, como si fuéramos culpables del despilfarro y la imprevisión. Quienes están ahorrando, encuentran que a pesar de ello, las cuentas siguen en alza. Se consumen menos kilovatios y las cuentas son superiores a las del mes anterior. Y no hay ante quién quejarse. Las empresas como en las encuestas “no saben, no responden”.
Difícil entender el camino que recorremos. Pésima planeación, Minminas y Creg ciegos y sordomudos sobre nuestros dineros.
Como si fuera poco, el gran ejemplo de administración que tenía el país, las Empresas Públicas de Medellín, se fueron al traste. Les entregaron la plata para un mantenimiento que debía realizarse hace tiempo y solamente cuando se registró el siniestro, recordaron que los cables no duran toda la vida. A marchas forzadas y no se sabe a qué precio, tuvieron que comprarlos y trasladarlos a las carreras en costosísimos aviones. Todo por cuenta nuestra. Y nada se diga del resto de térmicas mal planificadas, porque nadie responde
No puedo ahondar más sobre semejante desastre, porque se me fue la luz. Estamos a oscuras, no tenemos energía y la plata de confiabilidad desaparece.
BLANCO: Obama tiende puentes, no construye muros. He ahí la diferencia.
NEGRO: El uribismo no deja que la justicia opere. Le gusta y promueve la impunidad.
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