Los Vigilantes de Texas suma el mayor número de peloteros foráneos en la temporada 2015. Jugadores de 17 países hacen parte de las nóminas. República Dominicana, con el primer lugar entre participantes latinos.
Por: Antonio Andraus Burgos
Jeff Bannister, el estratega de los Vigilantes de Texas, sumó 15 peloteros entre latinoamericanos y de otros países en su nómina de 25, para iniciar la temporada del béisbol de las Grandes Ligas en este 2015.
En cambio, Bob Melvin, el capataz de los Atléticos de Oakland, apenas compiló a 2 jugadores foráneos en su plantilla, cuando se inauguró la campaña el pasado 5 de abril. En otras palabras, Bannister es el técnico con el mayor número de peloteros extranjeros y Melvin con el menor número. Y, por esas cosas del béisbol, ambos clubes pertenecen a la Liga Americana.
En cierta forma, es la manera de señalar que cada día que pasa para el Béisbol Organizado, la presencia de los jugadores extranjeros es de tanta importancia, que ninguna organización se está quedando por fuera de las posibilidades de contratar a esta clase de peloteros, que ofrecen, sin duda alguna, una manera de jugar el béisbol con la picardía, el sabor y el temperamento caribeño, en lo que corresponde a los latinos, y al talento y calidad de los otros representantes de diferentes partes del mundo.
Para no irnos muy lejos, Brasil, que antes exportaba sólo futbolistas, ya tiene a su segundo representante en la Gran Carpa, como parte de la legión extranjera de peloteros de 17 países diferentes a los nativos de los Estados Unidos, lo que significa, no hay duda de ello, de que el béisbol está penetrando el sistema deportivo de mucho países en el mundo, gracias al impulso que le está dando la organización de las mayores, para que se practique el Rey de los Deportes con todas las de la ley.
Algunas cifras
Las cifras son más que elocuentes, cuando al jugarse el primer partido de esta campaña, entre los Cardenales de San Luis y los Cachorros, en Chicago, el pasado domingo 5 de abril, de los 868 peloteros oficialmente inscritos por las 30 franquicias, 230 no son norteamericanos, incluyendo a los jugadores que están en la nómina de la novena de las mayores pero que por cuenta de lesiones y quebrantos de salud, no pueden aparecer en el primer mes de competencia.
Como ya anotamos, los Vigilantes tienen el mayor número de jugadores foráneos, con 15; siguiéndoles los Azulejos de Toronto, con 12 en la plantilla: mientras que los Medias Rojas de Boston y los Tigres de Detroit, aparecen con 11 peloteros extranjeros en su nómina. Pero como ya también señalamos, el club con menos extranjeros es el de los Atléticos, con apenas 2 representantes no estadounidenses.
Esos 230 peloteros que están en la Gran Carpa representan el 26.5 por ciento del promedio de jugadores foráneos, aumentándose en 0,2 por ciento el registro del año 2014, cuando fue de 26.3 por ciento la presencia de extranjeros en las nóminas.
Domina Quisqueya
República Dominicana sigue siendo el país con el mayor número de peloteros foráneos en las nóminas de las Grandes Ligas, al acumular un gran total de 83 jugadores en este 2015, cuando en el 2014 fueron 82 los dominicanos jugando en las mayores.
Le sigue Venezuela, con 65 representantes en las novenas, con 6 más que en el 2014, y tal como se había señalado hace un par de años como algo que se venía venir, Cuba aparece en la tercera casilla en los actuales momentos, con 18 jugadores en las Grandes Ligas.
Puerto Rico, quizás uno de los países en donde el béisbol se da como la verdolaga, ha venido cediendo terreno. Sin embargo, para este 2015, tendrá a 13 peloteros en las nóminas de las mayores. Vale la pena comentar que la isla está trabajando a fondo en las categorías menores, para incentivar que el béisbol vuelva a ser el gran deporte en Borinquen.
Luego están Canadá, Japón y México, con 9 jugadores cada uno de esos países; y detrás están Colombia, Curazao y Panamá, con 4 peloteros cada uno; Corea del Sur con 3 jugadores; Australia, Brasil y Nicaragua, con 2 cada uno; y finalmente, Aruba, Holanda y Taiwán, con un jugador cada uno.
Unos más, otros menos
De los 18 cubanos inscritos, varios de ellos aparecen en el firmamento con una inmensa proyección que, al decir de los expertos, serán bujías en sus respectivos equipos.
Jorge Soler, quien juega para los Cachorros de Chicago; Yasiel Puig, el de los Dodgers de Los Ángeles, quien ha probado su calidad y talento dentro de la Gran Carpa; y Rusney Castillo, de los Medias Rojas de Boston; José Abreu, el primera base de los Medias Blancas de Chicago, están acaparando todas las miradas de los aficionados al béisbol, mientras que sobre Yasmany Tomás, de los Cascabeles de Arizona, esperan mucho de él.
Brasil, en cambio, se siente más que honrado como país productor de peloteros, cuando Paulo Orlando, guardabosques de los Reales de Kansas City, los actuales campeones de la Liga Americana, inscribió su nombre en la nómina de este año, para sumarse a Yan Gómes, el receptor de los Indios de Cleveland, como el segundo jugador de su país en llegar a las Grandes Ligas.
Colombia, al momento de escribir estas líneas, sumó un nuevo pelotero en la Gran Carpa, cuando fue ascendido de las divisiones menores el lanzador relevista Sugar Ray Marimón, por los Bravos de Atlanta, para sumar al quinto colombiano en la temporada, y el décimo quinto en toda la historia de ese deporte en dicho país.
Con Marimón están en las nóminas de las mayores este año, el as serpentinero derecho de los Bravos, Julio Teherán; el lanzador zurdo de los Medias Blancas de Chicago, José Quintana; el relevista de los Rayas de Tampa, Ernesto Frieri y el guardabases de los Marlins de Miami, Donovan Solano.
Los más observados
Félix Hernández, el derecho lanzador venezolano, y los dominicanos Robinson Canó, segunda base, y Nelson Cruz, guardabosques, son los tres más destacados en la nómina de los Marineros de Seattle, club que este año va a pelear por una casilla para la postemporada.
Albert Pujols, el dominicano que actúa en el primer cojín de los Angelinos de California, tendrá una vez más la miradas sobre sus espaldas, gane o pierda su equipo, porque cada actuación suya será siempre tema para los expertos, críticos y aficionados de la divisa; lo mismo le ocurrirá al venezolano Miguel Cabrera, de los Tigres de Detroit, quien también es apoyado en el equipo por su coterráneo Víctor Martínez, cuyas presentaciones siempre darán de qué hablar, porque el equipo tiene en ellos, todas las esperanzas una vez más, para llegar a la disputa del titulo de la Liga Americana.
Adrián González, el formidable primera base mexicano de los Dodgers de Los Ángeles, ha tenido un comienzo de temporada espectacular con el uso del bate de largo metraje, a quien no se puede dejar por fuera en ningún balance, entre los cotizados jugadores latinoamericanos de la Gran Carpa.
El indiscutido bateador designado de los Medias Rojas de Boston, el dominicano zurdo David Ortiz, tiene bien ganada la fama de ser el hombre decisivo en los momentos cruciales para su club, responsabilidad que una vez más deberá exhibir durante la campaña de este año.
Finalmente el controvertido jugador estadounidense pero de descendencia dominicana, y considerado como latino por los críticos y expertos, Alex Rodríguez, tendrá la enorme ocasión de demostrar ante propios y extraños, que su pasado ya quedó en la historia, y que lo que haga de aquí en adelante, será un nuevo capítulo, así su nombre siempre quede vinculado a las ‘’trampas’’ dentro del béisbol, por el uso de sustancias prohibidas.
Su comienzo ha sido auspicioso con los Yanquis de Nueva York, y el técnico, Joe Girardi, lo ha utilizado mucho como bateador designado pero no lo ha dejado de lado para llevarlo a la ‘’esquina caliente’’ a defender la posición, cuando lo ha considerado conveniente.
A propósito del uso de sustancias prohibidas dentro del béisbol, hay que señalar que la temporada apenas está comenzando, y ya han sido sancionados por 80 juegos de la temporada, cuatro peloteros, tres de ellos, latinos. Ellos son los lanzadores dominicanos Jerry Mejía, de los Mets de Nueva York; Ervin Santana, de los Mellizos de Minnesota, y Arodys Vizcaíno, de los Bravos de Atlanta; y el norteamericano David Rollins, de los Marineros de Seatlle.
No sobra advertir en esta nota, que apenas citamos a los peloteros latinoamericanos que más dan de qué hablar, porque anticipadamente podemos confesar que, otros muy buenos peloteros, se quedan por fuera en la cita que hacemos, en consideración a que es imposible poderlos describirlos a todos en un espacio como el que utilizamos para esta clase de comentarios. En otras palabras, no están todos los que son, ni son todos los que están.