Por: Alfonso Lizarazo
Ahí estaba yo, otra vez, en el Teatro Heredia deCartagena asistiendo a la inauguración de Hay Festival.
Desde mi silla en la platea divisaba a la crema y nata de la intelectualidad ocupando los palcos Vip. Caras conocidas y desconocidas de escritores admirables que vinieron a charlar con la gente y los infaltables pantalleros de siempre en primera fila.
En el escenario Sabina, Roberto Pombo y Joan Manuel Serrat hablaban de Boleros. Hacia muchos años no veía a Serrat.
Empecé a recordar como conocí a éste canta-autor que fue uno de mis ídolos. Era la primera vez que venia a Colombia y a Suramérica después de consagrarse en Europaen festivales y como creador de bellísimas canciones de mucho éxito como Cantares,Señora, Mediterráneo y muchas otras que yo difundía profusamente por Radio 15, la emisora de la gente joven que dirigía. Llegó al estudio de televisión, con su grupo musical, para actuar en mi programa Estudio 15 que hacíamos en vivo, y al cual volvió en tres oportunidades más.
Recuerdo su rostro amable, juvenil y la expresión franca del triunfador. Eso de franca no le gustaba porque le recordaba a Franco. En los años siguientes Serrat recuperó y convirtió en canciones, en forma magistral, hermosos poemas de excelentes poetas españoles. Después lo vi estrenando su canción Penélope en el Festival de Rio, enBrasil.
Ahí estaba Serrat hablando de Boleros y yo pensando en que momento de mi vida había pasado del bolero a Serrat.
Nunca sentí a Serrat cantando un bolero. Sus letras siempre fueron descriptivas, profundas invitando a la reflexión, sin la cursileria poética de los boleros, que es donde está su esencia. De Sabina no puedo decir nada, no he seguido su trayectoria musical.
Al poco rato de la charla me di cuenta que, de pronto, yo sabía más de boleros que los panelistas.
Pero también me di cuenta que manejaban fácilmente lo que más me gusta: el sentido del humor.
En forma inteligente y oportuna Sabina y Serrat se pasaban la pelota redondeando los comentarios sobre las letras rebuscadas y cursis de muchos boleros para terminar con buenísimos apuntes en una conversación muy agradable y divertida.
“Ese bolero de Manzanero que dice “voy a apagar la luz para pensar en ti” no lo entiendo” – dice Sabina-, es que no se puede pensar con la luz prendida. Y Serrat agrega: ¡nooo!, “voy a apagar la luz para pensar en ti y así dejar soñar a la imaginación” es una clara invitación romántica a la masturbación!.
Y el momento culminante, esperado por todos, llegó cuando Sabina cantó uno de sus mejores boleros y Serrat, guitarra en mano, complació a los asistentes con la más bella de todas “las pequeñas cosas”.
Yo hubiera querido oír hablar más de los compositores e intérpretes de mis boleros favoritos: Los Panchos, Los 3 ases con Marco Antonio Muñiz, Roberto Ledesma,Bienvenido Granda y su Angustia, Javier Solís, la cubanísima Olga Guillot, Roberto Cantoral, José Antonio Méndez y Mi gloria eres tu, claro Manzanero, Leo Marini y tantos otros.
El bolero nació en Cuba, dicen. Pero no está muy claro quien le puso ese ritmo a las viejas canciones que ya existían para convertirlas en boleros. Porque sin el ritmo eran solo romanzas, baladas o simplemente canciones.
Algo que nunca se supo es quién inventó el baile del bolero. Quién fue el genio que logró que con estas canciones uno pudiera abrazar fuertemente a su pareja, sin ser la novia, y cantarle al oído…”usted me desespera, me mata, me enloquece y hasta la vida diera por vencer el miedo de besarla a usted”. Yo creo que él es el culpable de la larga vida del Bolero. Claro que ahora las parejas se apercollan con cualquier ruido.