En agosto lanzará su primer trabajo musical
Lo que tiene Flora Martínez de bruja: convicción y estudio
(Fotos: Prensa Canal Caracol)
Son muy contadas las actrices colombianas que hacen su aparición bien sea en teatro o en televisión interpretando personajes impactantes, que convencen por la alta dosis de naturalidad que le dan a los mismos sin mucho esfuerzo. Por el contrario, ese histrionismo sale a flor de piel cuando se lleva en la sangre. Es el caso de Flora Martínez, quien no es precisamente recordada por sus primeras actuaciones en televisión en “Mambo” y “María bonita”.
Tal vez en el decir de muchos entendidos, su personaje en la serie “La otra mitad del sol” como Isabel, con Juan Ángel y Alejandra Borrero, fue el que dio la oportunidad de mostrar su verdadera capacidad actoral y que sin ser protagónico capturó la atención de su trabajo. Desde ese momento (finales de los 80) hasta hoy su talento para caracterizar personajes con intensa carga dramática la ha ido reafirmando como una de las mejores –de la reciente generación- en televisión y cine con producciones como “Rosario Tijeras” y ahora con su reaparición en la pantalla chica con “La bruja”.
Su regreso a la televisión interpretando a la bella Amanda, la tiene de nuevo no solo en alto “rating”, sino también en las portadas de las más prestigiosas revistas del país. En la siguiente entrevista habla de su actual trabajo y de su proyecto musical como cantante, el cual tiene previsto lanzarlo el próximo mes de agosto.
Su acercamiento con la actuación es visceral
-¿Cómo ha sido su experiencia en esta serie?
Es un proyecto que quiero mucho, me encantó la historia de “La bruja” sobre todo por la humanidad de Amanda, eso es lo que me parece más interesante. Obviamente siempre está el morbo de si existen o no las brujas, de si uno puede o no atar a los hombres, pero es una historia que va más allá de eso, qué pasa cuando las personas se meten a jugar un poco con esas energías y terminan siendo poseídas y después logran redimirse sacándose todos los demonios de adentro. Por otra parte, me parece una historia preciosa porque el amor acompaña a Amanda todo el tiempo, además tiene otros ingredientes como la política y la historia cafetera. Yo estoy muy orgullosa de la obra.
-¿Cómo preparó el personaje?
Me entrevisté con muchas brujas de Antioquia, que en su mayoría ya no practican su oficio. Vi muchas películas de exorcismos y estuve asesorada todo el tiempo por expertos en hechicería. Ellos me explicaron que con la brujería empiezas a abrir puertas mentales y si uno no tiene control, es peligrosísimo. Amanda es una mujer que empieza a jugar con la brujería y el cura del pueblo la enfrenta, él es su peor enemigo. Además detrás de todo esto hay una historia de amor muy especial.
-¿Usó alguna protección?
Sí. Me puse todas las protecciones posibles. Por ejemplo, una imagen de San Judas en la parte izquierda y siempre llevé un espejo como me recomendaron. Me pasó algo muy curioso, en la primera escena iba muy protegida con todo y para la segunda, no llevé nada, entonces mientras grabábamos pensaba que se me iba a meter algo. Finalmente terminé la escena y quedé súper agotada por la brujería, al siguiente día me desperté diciendo los conjuros.
-¿Qué tiene Flora de bruja?
Una buena bruja, tiene que tener mucha convicción y creencia en lo que hace. Son mujeres que estudian, que buscan mucho, que ven más allá y con profundidad, yo me identifico con esas cosas de las brujas.
-¿Cómo fueron sus inicios en la actuación?
Yo empecé estudiando teatro a los 15 años y me apasionó, porque podía expresar todas las inquietudes y sentimientos que tenía. Un día llegaron a hacer un casting a la escuela donde estudiaba y me escogieron. Ahí empecé una carrera de televisión, por accidente, digámoslo así. Víctor Mallarino fue quien dirigió mi primer papel en “Mambo” y después siguió “María Bonita”. Al principio era muy extraño porque yo simplemente actuaba, yo no me daba cuenta que había una cámara, yo vivía el personaje y era algo natural. Fue muy visceral todo mi acercamiento a la actuación.
-Usted nació en Canadá, creció en Colombia, vivió en Estados Unidos y actualmente reside en España ¿qué país le ha gustado más?
Nueva York es una delicia, viví allá 5 años y no sé si es sólo para los actores, pero es una ciudad maravillosa y si alguno tiene la oportunidad de ir, hágalo. Yo me fui con la poquita plata que ahorré, me la gasté toda la primera semana, me quedé sin nada y empecé a trabajar como mesera. Yo me acuerdo que allá me encontré con varios colombianos que me decían: ¿y usted por qué no va a trabajar a Colombia como actriz?, pero necesitaba vivir nuevas experiencias y esa ciudad es alucinante. Bogotá es donde está toda mi familia y he aprendido mucho.
-¿Qué planes hay en la música?
Apenas un poquito en la música, pero ya con ganas de estar mucho más. Siempre he escrito mis propias letras y mi esposo, que es un músico impresionante, me ha ayudado a pulirme porque es un arte como cualquiera que merece mucha disciplina y constancia. A veces querer manejar dos es un montón, porque ya de por sí la actuación es un monstruo donde uno nunca termina de aprender cosas. Ya pronto estamos terminando el primer disco y estará afuera con ustedes, espero que les guste. Es otra faceta más íntima donde tengo oportunidad de hablar yo y no sólo los personajes, los libretistas o los directores.
-¿Y la música en “La bruja”?
Yo interpreto el tema del cabezote que es un tango, se llama “Viviendo sin vivir, amando sin amar” escrito por Sebastián Quiroga, hijo del libretista de la serie. Son varias canciones y vamos a incluir títulos de mi disco. Mi música es una mezcla entre el rock y el jazz y a más tardar en agosto vamos a sacar el álbum.
-¿Cómo fue la llegada de Sofía, su hija?
Me cambió todo. Yo creo que un hijo te da la posibilidad de sentir esa necesidad de permanecer, como de estar arraigado a algo. Además que también te lleva a ser la mejor versión de ti mismo para ofrecérsela a ella, a la familia y a su futuro.
-¿Cuál ha sido su secreto para llegar al éxito?
Si lo supiera… (risas). Mi papá tiene un dicho que es muy bonito: “De todo saber un poquito, pero de algo, saberlo todo”, entonces si uno encuentra ese algo que a uno lo apasiona, sea la música, pintar, hacer arepas, ¡hacerlo con todo!, entregarse sin ninguna reserva y sin esperar nada a cambio. Yo por ejemplo, nunca esperé nada de la actuación, yo nunca quise la actuación para llegar a ser, sino quería la actuación por la actuación misma, porque me apasionaba estar ahí a cada momento y todavía me pasa eso.
-¿Cómo ha sido compartir el set con Andrés Parra?
Andrés es como Robinson, uno de esos actores que te dan tanto, que es una delicia, es como jugar tenis con alguien que sabe hacerlo.