Por: Antonio Andraus Burgos
Muchos jugadores pierden su valor cuando nadie lo espera, y eso puede suceder, de la noche a la mañana. Las novenas, en cierta forma, evitan llegar al pago del impuesto de lujo.-
Sostenía Sparky Anderson, el afamado estratega de aquella inolvidable ‘’Maquinaria Roja’’ de los años 70, que el valor del pelotero puede ser, de vez en cuando, más intrínseco que real, cuando de reconocer sus cualidades, condiciones y talento, van más allá del terreno de juego.
No cabe duda que la apreciación tiene un alto índice de acierto en los actuales momentos, cuando la bolsa que gira al rededor del nombre de un jugador, se convierte inclusive, en un obstáculo para llegar a un acuerdo entre el pelotero y la novena, cuando los intereses se mueven a través del representante, cuya capacidad de negociación obliga a que las partes, en muchas ocasiones, se distancien y no alcancen a llegar a la nómina de una novena que, de cierta manera, lo necesita y en que algunas otras, lo reclama la afición.
Casos se han dado, y se dan a diario. Damos dos ejemplos, por el momento. Yasiel Puig, el controvertido pelotero cubano, está sonando de boca en boca, como ha ocurrido en varias oportunidades, que saldrá de la nómina de los Dodgers de Los Ángeles, actuales campeones de la Liga Nacional, y finalista en dos años consecutivos, del Clásico de Otoño.
Y a contrario sensu, que el destacado receptor de los Marlins de Miami, J.T. Realmuto, aparece en la lista de muchos clubes que desean contar con sus valiosos servicios, cuando su equipo está pensando en una reconstrucción completa de cara al futuro, cuando él es una de las actuales insignias de la divisa de la Ciudad del Sol.
De ese tamaño es la consideración al rededor de un jugador. Los dos, Puig y Realmuto, están cotizados en el mundo beisbolero, pero al cubano se le califica como un pelotero díscolo, quizás rayando en la indisciplina, pero ciertamente es bueno cuando está dentro del campo de juego. Realmuto, en cambio, recibe elogios por sus cualidades innatas, cuyos servicios son pretendidos por varios equipos por su capacidad de juego.
¡Cuántos equipos no desean tener a Puig en sus nómina! O será que está perdiendo su valor como pelotero más por sus excentricidades que por cualquiera otra cosa. ¡Y cuántos más no aspiran a contar con Realmuto para la próxima temporada! Para la novena que firme, habrá adquirido, de entrada, a uno de los receptores más calificados de los últimos tiempos en la Gran Carpa.
Para dónde irán
Cuando estamos escribiendo estas líneas, Puig sigue bajo contrato con los Dodgers, y Realmuto no tiene, por el momento, su destino definido para el año entrante en la Gran Carpa.
Dependiendo entonces de las necesidades de cada equipo, Puig puede ser un hombre valioso para una novena que esté pensando en cambiar su imagen con la presencia del cubano, que juega el béisbol a su manera, pero que en ocasiones pierde en ritmo por sus excentricidades.
Realmuto, cuya proyección como receptor, por su excelente defensiva y con su poder al bate, tiene las más altas calificaciones de ser de gran valor para cualquiera de las 30 novenas de las Grandes Ligas, indiscutiblemente sería una pieza destacada para el más encapotado de los equipos.
De ser cierto el rumor sobre la salida del Puig de los Dodgers, muchos clubes aspirarían a contar con sus servicios. Pero quizás el doble de los equipos que apuestan a contar con Puig, estarían buscando la firma de Realmuto para la venidera campaña.
De ese tamaño es el verdadero valor del pelotero. Intrínsecamente hablando, tanto Puig como Realmuto tienen reconocimiento y una buena cotización en el mercado, pero más ruido hace el nombre de receptor norteamericano que el guardabosques cubano, dependiendo del equipo al cual, finalmente, lleguen a hacer parte de su plantilla.
Los grandes rivales
A propósito de la próxima campaña, los Medias Rojas no se están durmiendo sobre los laureles, y ya tienen entre manos la mejor disposición para ofrecer la resistencia necesaria en la temporada por venir.
Asegurando el regreso del derecho Nathan Eovaldi para su grupo de lanzadores, quien les rindió hasta más no poder, tanto como abridor como relevista en el año que está finalizando, los actuales campeones de la Serie Mundial están anunciando que en todo caso, están dispuestos a vender muy cara su derrota, si es que no llegan de nuevo al Clásico de Octubre en el 2019.
Los regalos de la Navidad de este 2018, va a depender de qué consigan los Yanquis de Nueva York en materia de serpentineros para consolidar su rotación que está en tres y dos; de la reacción que se espera de los Mets de Nueva York, cuyos movimientos pueden resultar quizás con mayores beneficios que perjuicios, algo que podría verse con la llegada del dominicano Robinson Canó, del retorno del también quisqueyano y taponero Jeurys Familia y del receptor venezolano Wilson Ramos; de las aspiraciones de los Dodgers de Los Ángeles en seguir siendo grande entre los grandes, pero sin poder conquistar el Clásico de Otoño; de las reacciones que puedan tener en el campo de las contrataciones los Bravos de Atlanta, que ya tienen en sus filas al veterano guardabases Josh Donaldson y el regreso del también experimentado receptor Brian McCann; y los Nacionales de Washington, que buscan desesperadamente en cambiar de imagen en la Liga Nacional, de ser grandes favoritos pero sin llegar a reales conclusiones cuando se recogen los bates en cada septiembre, con la firma de Patrick Corbin, vuelven a tener una rotación de lujo para la próxima campaña, quizás la más fuerte del circuito, esperando dar el golpe definitivo y llegar a la Serie Mundial.
Los grandes rivales se pueden configurar, con más o menos buen acierto, cuando queden definidas muchas de las contrataciones que están próximas a convertirse en realidad.
Firmados algunos jugadores de primera línea, como el zurdo Patrick Corbin, para los Nacionales, con un contrato de 140 millones de dólares y seis años, y como ya dijimos, permaneciendo Nathan Eovaldi con los Media Rojas, con 68 millones y cuatro campañas; en el mercado quedan indiscutibles figuras parta cualquier equipo, como Dallas Keuchel, Trevor Bauer, Zack Grienke, Madison Bumgarner, Corey Kluber, Zach Britton, brazos todos bien cotizados en el mercado de la agencia libre; mientras que jugadores de campo como el afamado Bryce Harper, el formidable dominicano Manny Machado, A.J. Pollock, Michael Brantley, el veterano bateador dominicano Nelson Cruz, y el receptor cubano ambidextro, Yasmani Grandal, entre otros, muchas sorpresas se pueden dar en las nóminas para los días venideros con miras a la campaña del 2019.
Cachorros y Cardenales
Los Cachorros de Chicago, por su lado, y los Cardenales de San Luis, por el otro, están manejando con sutileza, propia de las negociaciones en esta época de receso de la pelota de las Grandes Ligas, el ajedrez de la compra y venta de jugadores.
Los Cardenales ya dieron un gran paso, al conseguir la firma de Paul Goldschmidt para la campaña venidera, un aporte valioso para su ofensiva, en tanto que los Cachorros están caminando a paso lento para encontrar jugadores claves que engrandezcan la nómina y fortalezcan sus pretensiones de ser, una vez más, contendientes de lujo el próximo año.
Los Indios de Cleveland, en el centro de la Liga Americana, se están moviendo en busca de jugadores claves para sus aspiraciones y en medio de los quehaceres naturales de la época, no han desechado para sus pretensiones contratar a una pieza importante, dado que Edwin Encarnación, Yonder Alonso y el brasileño Yan Gomes, salieron de la nomina, pero regresa el reconocido Carlos Santana al grupo de la ‘’Tribu’’, algo que no parece llenar por completo las expectativas ofensivas del grupo que maneja Terry Francona.
El dominicano Edwin Encarnación estará luciendo el uniforme de los Marineros de Seattle; el cubano Yonder Alonso, el de los Medias Blancas de Chicago y el brasileño, el de los Nacionales de Washington.
El impuesto de lujo
Pero no hay que olvidar, por el momento, que los equipos se están cuidando de no superar el llamado tope para el impuesto de lujo, que no es otra cosa, que la contribución que deben hacer las novenas cuando superan el valor máximo permitido para las nóminas.
La suma máxima actual de los equipos para evitar pagar el impuesto de lujo, es de 206 millones de dólares para la temporada 2019. Los Dodgers están cerca de la cifra, pero por debajo para llegar al desembolso de la contribución. Están en 192 millones de dólares, pero quién sabe que ocurra de aquí en adelante, tanto para los Dodgers como para los Yanquis, pues estos últimos, en el intento de no quedar muy atrás de los Medias Rojas, sus eternos rivales, es posible que coloquen la chequera sobre el escritorio, moviéndola con sumas de grandes inversionistas en los días venideros.
De todas maneras, todavía el año 2018 no se ha cerrado y muchos cambios se pueden producir en las horas y días inmediatos, especialmente, cuando se trata de recomponer las filas de una cualquiera de las novenas con intenciones poderosas de aspirar, con todas las de la ley, a concurrir al Clásico de Octubre en el 2019, algo deseado por muchos equipos, como los Mets, los Nacionales y los Bravos, por decir lo menos en la Liga Nacional; y como los Angelinos, los Yanquis y los Atléticos, en la Liga Americana.
——o——
PS: Por vacaciones del autor de estas notas de béisbol y para el descanso de nuestros lectores, esta es la última del presente año. La próxima aparecerá en la segunda semana de enero de 2019. Feliz Navidad y Feliz Año para todos.