El mundo según Telesur.

 

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Por: Juan Restrepo

Como el resultado de las elecciones argentinas parecía cantado por lo que decían las encuestas, quise hacer el ejercicio de ver cómo contaba aquel previsible fracaso del candidato oficialista Daniel Scioli el más conspicuo medio chavista del continente, Telesur. Inefable. Qué dura resulta la realidad a veces para quienes quieren hacer comulgar a la gente con ruedas de molino.

Mauricio Macri

Mauricio Macri

Además de los presentadores en Caracas, tres analistas y una especie de pitonisa cuyos apuntes resultaban de lo más exótico desde un estudio en Buenos Aires, hacían ímprobos esfuerzos para maquillar de la mejor manera posible la victoria de Mauricio Macri. Hasta que al fin, abrumados por el resultado, concluyeron que la derrota del candidato “progresista” se debía en buena medida a la prensa capitalista, y que los argentinos que votaron a Scioli tendrían que estar atentos a movilizarse contra las medidas, seguramente lesivas para los “intereses de las clases populares”, que pondría en marcha del candidato ganador.

Ninguna alusión al hartazgo de los argentinos con el autoritarismo de Cristina Fernández, al caos de la economía, a la inflación disparada, al agotamiento de las reservas del Banco Central, a los diversos tipos de cambio (habría sido nombrar la cuerda en casa del ahorcado), al aumento de la inseguridad, en fin, al disparate de gobierno de la señora Fernández y al cansancio de la mayoría de los argentinos con el kirchnerismo.

La reflexión que inspiraba aquel programa de Telesur es la de preguntarse qué irán a hacer el próximo 6 de diciembre, cuando se vean obligados a maquillar un fraude electoral que dará el triunfo al chavismo. No ve uno por ninguna parte a los presentadores y analistas de este canal contándole a la gente que el oficialismo ha perdido las elecciones parlamentarias en Venezuela. Debemos estar preparados para ello, como deberían estar preparados los gobierno de América, hasta ahora condescendientes con los desafueros de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, para dar una respuesta enérgica.

Hugo Chávez y Nicolás Maduro

Hugo Chávez y Nicolás Maduro

¿En qué me baso para tan negro augurio? Muy sencillo, ya anunció Maduro que en la eventualidad de un triunfo de la oposición “gobernará con el pueblo”. En lenguaje llano a eso se le llama golpe de Estado. No es descartable, con una cúpula militar de estricta obediencia a La Habana.

Todos los sondeos indican que la oposición, que acude unida a unas elecciones legislativas cruciales, debería hacerse con el parlamento, cosa que supondría la posibilidad de reformas y de un cambio de rumbo político en ese país.

Para nadie en el continente es un secreto la situación catastrófica de Venezuela, un país de 26 millones de habitantes, poseedor de una de las mayores reservas petroleras del mundo. Según el Fondo Monetario Internacional, la producción venezolana va camino de caer un 10 por ciento y la inflación superará el 190 por ciento; la escases de productos de primera necesidad es dramática y la inseguridad, una de las más altas del mundo se ha duplicado en la última década.  Importantes figuras del Estado son señaladas de vínculos con el narcotráfico, al punto de que la agencias internacionales de lucha contra la droga hablan de un Cartel de los Soles al interior de las Fuerzas Armadas.

Y, por si fueran pocos los motivos de preocupación para los opositores al régimen de Maduro, éste solo admite la supervisión de las elecciones por parte de UNASUR, un organismo dirigido por un simpatizante del régimen venezolano como el expresidente colombiano Ernesto Samper. Ni a la Organización de Estados Americanos, OEA, ni a la Unión Europea les es permitido monitorear las elecciones venezolanas.

La larga carta de 6 folios de Luis Almagro, Secretario General de la OEA,  cuyo destinatario final es el gobierno de Maduro, deja claro por qué el régimen no quiere el monitoreo de ese organismo y permite anticipar lo que va a ocurrir en las próximas elecciones venezolanas. Almagro habla de la necesidad de respetar a los opositores.

«Ninguna revolución –dice el Secretario General de la OEA– puede dejar a la gente con menos derechos de los que tenía, más pobre en valores y en principios, más desiguales en las instancias de la justicia y la representación, más discriminada dependiendo de dónde está su pensamiento o su norte político”.

Por verdades como estas el ex canciller venezolano Elías Jaua, destinatario primero de la misiva, llamó a Almagro “procónsul” de Estados Unidos. A ver si los gobiernos americanos actúan en consecuencia ante el previsible resultado de las elecciones venezolanas, cuya retrasmisión por Telesur será un espectáculo digno de verse.

Carta de Luis Almagro:

Haz clic para acceder a ninguna-revolucion.pdf

Sobre Juan Restrepo

Periodista. Incorporado al plantel de Televisión Española durante 35 años, fue corresponsal de TVE en Extremo Oriente, Roma; México, desde donde cubrió Centro América y el Caribe; y Bogotá, para la Zona Andina

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