Nos sacó el imperio
Por: Rufino Acosta Rodríguez
Se acabó la aventura de Colombia en el mundial Sub-20 de la lejana Nueva Zelanda. La derrota por 1-0 ante Estados Unidos, durante la madrugada del miércoles 10 de junio, la puso fuera de competencia. Ni con penalti lo pudo evitar. Por tercera vez en nueve participaciones cae en octavos de final. El grupo de Carlos Piscis Restrepo se quedó corto, apenas logró ganar un partido y empatar uno. Encajó dos reveses. Le espera un largo viaje de regreso.
El principal problema fue la falta de gol, pero en general el equipo no llenó las expectativas. Si bien estaba lejos de ser candidato para obtener el título, por lo menos se esperaba que pudiera avanzar un poco más
Consuelo de técnico
Restrepo dijo en el portal de la FIFA que no se marcó y eso fue determinante. Claro, sin goles no hay paraíso. Señaló también que está satisfecho con este contingente de jóvenes. Valores y les augura un porvenir destacado. Una manera tranquila de aceptar el resultado, aunque es indudable que como estratega debe asumir sus culpas y aceptar que nunca pudo encontrar el plantel ideal ni hacer los relevos oportunos. También hay que aceptar que la mayoría de los jugadores que estaban señalados para sobresalir estuvieron lejos de sus reales posibilidades.
Talentos como Rafael Santos Borré, Jarlan Barrera, Joao Rodríguez, Alexis Zapata, Steven Lucumí, Andrés Tello y Juan Quintero, entre otros, volaron bastante bajo. A veces la presión hace estragos.
Estados Unidos mostró un conjunto fuerte, de juego largo y preciso, pero Colombia pudo haber liquidado el encuentro de no ser por sus falencias tanto en defensa como en creación y ataque. Dilapidó varias oportunidades francas de gol.
El tanto de la victoria norteamericana, cuando se cumplían 58 minutos, por acción de Rico Rubín, el cañonero del plantel, sobrevino por errores de la zaga e indecisiones ante la inminencia del peligro. El balón estuvo bailoteando en la zona chica de Colombia hasta cuando el fusilero encontró la luz para un remate contundente.
El desperdicio
Colombia había tenido una clara ocasión en el primer tiempo, que desperdició Alexis Zapata. Le devolvieron el balón y quedó con línea abierta para su lado, el izquierdo, y sin embargo lo elevó por encima. Más comodidad no era posible. Algo similar le ocurrió a Lucumi cuando quedo solo frente al portero y le disparó a las manos.
La opción máxima, desde luego, fue la del tiro penalti que desperdició Jarlan Barrera, sobre los 83 minutos de juego, Un forcejeo entre el defensa Carter-Vickers Acosta (¿de origen latinoamericano?) y Dennis Quiñones ocasionó la sanción que estimo discutible. Estados Unidos se quedó con diez y expuesto al empate colombiano. Sin embargo, Jarlan cobró sin convicción y le salió un tiro rasante hacia la esquina derecha del arquero Zack Steffen, quien adivinó la trayectoria y tuvo tiempo para desviarlo.
Pataleo inútil
Colombia lo intentó en los últimos quince minutos y un tiro de Dennis Quiñones iba para gol cuando Paul Arriola se atravesó y rechazó de cabeza. El resto fue de lamento y crujir de dientes. El imperio se hizo sentir de nuevo. Lejos están los destellos de la semifinal y el tercer puesto del 2003 en los Emiratos Árabes Unidos. Desde el 2005, Colombia amenaza pero no llega.
Estados Unidos celebró su clasificación para cuartos de final, al lado de Ghana, que eliminó 3-0 a Malí; Serbia, vencedor 2-1 sobre Hungría, y Senegal, que sacó a Ucrania por la vía desde los doce pasos tras empate a un gol en el tiempo reglamentario.
Colombia vuelve a casa para recuperar las 17 horas de diferencia con Nueva Zelanda. Otro sueño que se frustra.