Verbien magazin El tiempo corre hacia atrás y solo lo atan los buenos recuerdos y las buenas acciones. Gilberto Castillo
Por: Gabriel Ortiz
Nuevo y trascendental paso se da en el proceso de paz. Se hace una pausa en los bombardeos a los campamentos de las Farc, pero solo durante un mes, para analizar si esto funciona. Es una prueba del gobierno en su propósito de crear confianza dentro de las negociaciones. Las Farc, mantienen una tregua, así haya quienes endilgan cualquier crimen de las bacrim, de los restos de paramilitarismo que heredamos de los ocho años y del ELN, a esa guerrilla. En respuesta a esa determinación, el Presidente ensaya una figura para desarmar el conflicto.
El Jefe del Estado, creó una Comisión Asesora para la Paz, con personalidades representativas de la sociedad colombiana: todos aceptaron, menos los uribistas, porque según Zuluaga, a quien creíamos jefe, dijo que no se mandaba solo. Claro que Uribe no fue convidado.
Imposible que tantos estén equivocados frente a la paz que Colombia fabrica en La Habana. Todos los medios de comunicación del orbe, analizan y elogian las decisiones del gobierno Santos. Pocos consideran que los anuncios de las Farc, de no aceptar “un solo día” de cárcel, es “última palabra”, como dice Paulo Laserna. Cuando hay negociaciones, las partes empiezan fijando posiciones extremas. Eso es una verdad de a puño. Recordemos lo que acontece cada año con el salario mínimo. Los dos actores, llevan “cifras inmodificables”. Los trabajadores empiezan con 12 o más puntos y los empleadores, llegan con el 2 o 3 por ciento. Al final hay acuerdo.
Por fortuna hay gentes pensantes que consideran, como el expresidente Pastrana que “la paz está por encima de diferencias políticas”, o como la excandidata conservadora Marta Lucía Ramírez, partidaria de debatir ideas diferentes y proponer alternativas. Los otros están listos a ejercer las funciones que les encomendó Santos de actuar como asesores, es decir, “como consultores que prestan consejo sobre algún tema”, que en nuestro caso es la paz.
Entre tanto, raro que el expresidente Uribe solo dedique sus trinos para relatar cuanto incidente hay en el país, mientras guarda silencio sobre los desafueros que han cometido sus pupilos en la Corte Suprema de Justicia, que han minado al máximo tribunal colombiano. ¿Y será correcta la tácita absolución del Procurador sobre el tema? ¡No saben, no responden!
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