En cartelera
“Señorita María, la falda de la montaña”.
Después de un importante recorrido internacional llega a las salas de cine nacional el 23 de noviembre “Señorita María, la falda de la montaña”, la nueva película de Rubén Mendoza.
Los colombianos tendrán la oportunidad de dejarse estremecer con el retrato de una mujer campesina que, a pesar de todas las adversidades, asume su vida con singular libertad, con una fe inquebrantable y en plena armonía con la montaña y los animales que la rodean.
La historia de María Luisa Fuentes se desarrolla en Boavita, un pueblo campesino, conservador y católico, incrustado en los Andes y detenido en el tiempo. Entre sus montañas vive la Señorita María. Tiene 45 años y nació siendo niño. Su vida esconde una amarga e inimaginable historia familiar, adobada con odio desde sus más profundas raíces, y cuyo chivo expiatorio es la Señorita, desde antes de pisar este mundo. Pero su poder se alimenta de esas mismas fuerzas, de la de los animales y la montaña. No ha habido oscuridad capaz de derribarla ni de eclipsarla.
La cinta, producida por Amanda Sarmiento con el apoyo de Caracol Televisión, Dago García Producciones y Dia Fragma Fábrica de Películas, llevó más de seis años en su realización, y desde que empezó el contacto con el público, la crítica y Festivales, ha provocado las más diversas reacciones.
“Me siento muy bien, muy feliz, muy contenta; es un ejemplo para toda la juventud. Esto es una cosa que ha cambiado mi vida, es muy lindo que me vean, las personas tienen que ver las cosas que he vivido. Esto que está pasando es una bendición de mi Dios, me siento respaldada por todas las personas que han llegado a mí vida gracias a la película”, aseguró María Luisa al conocer la noticia del estreno.
Como antesala al estreno nacional, el documental estará en el Festival Internacional de Cine Documental de Amsterdam -IDFA-, considerado el más importante en su género, en la sección Best of Fests dedicada a aquellas películas que han tenido un gran impacto en el circuito internacional de festivales durante el último año.
El Festival llega a su trigésima edición y se celebrará del 15 al 26 de noviembre recogiendo los más recientes e importantes estrenos del mundo del cine documental. Esta es la única producción colombiana que hace parte del certamen.
Después de su paso por el Festival Internacional de Cine de Cartagena en marzo pasado en dónde Rubén Mendoza obtuvo el premio a Mejor Director y en la septuagésima edición del Festival Internacional de Cine de Locarno en el que obtuvo el premio Zonta Club a Mejor Director de la Semaine de la Critique, la “Señorita María, la falda de la montaña” sigue recorriendo el mundo. Antes de llegar a IDFA, la película hará parte de la Selección Oficial del Festival Internacional de Cine Documental de Ciudad de México -DOCSMX- y será la encargada de abrir el Foco Colombia.
La señorita María anduvo por Bogotá: “Me siento orgullosa y no me interesa que tengan envidia”
María Luisa Fuentes es la protagonista de la película- documental “Señorita María, la falda de la montaña”, del director Rubén Mendoza. A pocas horas del estreno en las salas de cine nacional, anduvo por algunos sectores de Bogotá como el parque de la 93 recibiendo todo tipo de miradas, y ella cual turista extranjero que frecuenta dicha zona, caminó y observó todo a su alrededor con la mayor tranquilidad, a diferencia de la manera como le tocó vivir en su pueblo natal, Boavita, bajo toda clase de burlas y hasta de amenazas de muerte por su condición humana. Nació niño pero la vida lo condujo a través de su mentalidad y su propio sentir a ser una mujer campesina.
Mientras realizaba una nota para un programa de televisión Ver Bien Magazín habló con ella y contó detalles de su participación y sus experiencias protagonizando el documental. El siguiente fue el escueto y breve diálogo sentada en una de las bancas del tradicional y emblemático parque del norte de la ciudad.
-¿Qué ha significado para usted hacer esta película, de qué le ha servido?
Pues a mí me ha servido mucho porque ahorita ya tengo muchas personas que me están apreciando, no como antes que mi situación era muy dura, que no tenía amistades, y por esta película que me están haciendo, bendito sea mi Dios, ya tengo muchas personas maravillosas que me están estimando.
-Según lo que cuenta en la película le tocó enfrentar el rechazo muy fuerte de la gente de su pueblo, Boavia. ¿Cómo lo asumió en su momento?
Pues para mi ese rechazo en mi pueblo fue muy duro porque tuve muchas amenazas, muy feo, me tocó que “aguántame” hasta que mi Dios se acordó de mi, y ya eso eran amenazas, perdón porque voy a decir esta palabra, me amenazaron con peinilla, con cuchillo, pero mi Dios puso los medios porque él no quiso que me hicieran ningún daño.
-¿En esos momentos críticos de esas amenazas de muerte usted se esconde en alguna parte del pueblo o se va para la montaña?
No pues hasta la casa iban a “amenazamen”, yo me paraba ahí en el patio y les decía si estoy de arrendataria de ustedes pues bueno hagan algo, o si estoy ofendida con ustedes pues “digamén” cuándo les desocupo, pero yo no soy arrendataria de ustedes ni les debo nada, pero si quieren hacer algo conmigo háganlo.
-¿Quiénes la amenazaban: hombres, mujeres o niños?
Hombres fueron los que me amenazaron, no los niños, o bueno los “pelaos” también me trataban mal pero no me amenazaban feo como esos señores.
-Ahora que usted está viviendo nuevas experiencias, que la gente la ve caminado por Bogotá a pocas horas del estreno de su película, ¿cómo se siente, por ejemplo, caminado aquí por los alrededores del parque de la 93, cómo siente que la mira la gente?
Pues muy maravillosa, muy apreciada por muchas personas de aquí de la ciudad de Bogotá gracias a diosito lindo del cielo.
-¿La gente la saluda o simplemente la mira?
Pues las personas que no me conocen bien pues únicamente me miran, pero las personas que ya me conocen bien ya me saludan mucho porque como ya me conocen, pero ahorita ya en el estreno me van a conocer más, entonces yo veo que han sido más personas que más me aprecian.
-¿Qué tan importante es para usted que ya la aprecien, que la reconozcan y que la respeten?
Pues para mí es una alegría que las personas me están respetando para toda mi vida y yo también estoy “pa´ respetalos”.
-Usted ya pisó el terreno de la fama, ha pasado a ser un personaje público, ¿cómo lo recibe?
Pues yo recibo esto dándole gracias a Dios por yo tener este aprecio de todas estas personas.
-¿En qué le ha beneficiado ser la protagonista de esta película, qué ha ganado?
Pues gracias a Dios que por esta película he ganado muchas cositas…
-¿Como qué cositas?
Pues que me hicieron mi casita muy bonita, mi camita muy bonita, ya estoy bien gracias a Dios a que ellos (los productores) hicieron eso por mí.
-¿Su casa en Boavita?
En Boavita, en mi finca.
-Ahora seguirá viviendo de su finca, ¿qué va a cultivar?
Como se dice, allá se siembra maicito, frijolito, pero “anveces” hay años que no se da.
–Después de todo lo nuevo que le ha pasado, del estreno de la película, ¿usted regresa a hacer su vida normal a Boavita?
Pues normalmente vuelvo a “regresáme” a mi tierra, a mi campo, a seguir por ahí a ver que mi Dios tiene determinado para más adelante.
-¿Ya agradece entonces que en su pueblo la respeten y la quieran?
Pues no todos…
-¿Por qué, hay envidia?
Hay envidia. Mucho, mucho porque me están haciendo esto a mí, es una envidia que cargan pero yo no reparo en eso, yo me siento orgullosa y feliz, no me interesa que tengan envidia.
-¿En adelante cómo va a enfrentar ese ambiente en su tierra?
Pues el ambiente de ser yo, como se dice, orgullosa por estas cosas maravillosas que mi Dios me está dando.
-Cuando Rubén y Amanda la contactan, ¿qué le proponen, qué le llamó la atención?
El primer día que ellos me buscaron yo me sentía como si ellos me fueran a hacer algo malo porque como yo no los conocía, entonces ya otra amiga me dijo que no, que ellos eran buenas personas, no tema usted mujer, va a ser una maravilla para usted.
-¿Le hicieron una propuesta económica?
Pues ya nos conocimos con Rubén Mendoza y me dijo: vamos a hacerle una película a usted a ver si puede cambiar porque su situación está muy grave, vamos a ver si cambia y gracias a mi Dios que sí, porque yo me sentía muy sola, lloraba, gritaba, me escondía, veía una persona y me escondía detrás del monte.
– Al comienzo de la película usted dice que no le gusta usar pantalón, que lo odia, ¿por qué, le incomoda?
No señor, es que como se dice, uno de mujer es la semejanza de la Santísima Virgen, el pantalón es la semejanza de mi Dios, de mi padre Santo del cielo, entonces la mujer no debe de usar el pantalón, por eso es que lo digo.
-¿Qué le dice ahora a la gente?
Que muchas gracias por todo, que estoy por aquí hablando estas cosas, si les gustará o no les gustará, pero yo creo que sí, muchas gracias a todos y los invito para que me acompañen en la estrenada de mi película.
-¿Cuántas veces ha visto la película?
Una merita vez, en Cartagena, hasta ahorita que la voy a volver a ver, pero me siento muy orgullosa.
“Tiene una feminidad más desarrollada que la mía”: Amanda Sarmiento
Amanda Sarmiento es una bogotana que estudió cine y televisión, Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Los Libertadores y en el Politécnico. Ha producido cortometrajes, además de trabajar con el Ministerio de Cultura. Su primer documental como productora es “Señorita María, la falda de la montaña”, de la cual contó detalles del proceso de producción a Ver Bien Magazín.
-Ver Bien Magazín: Cuando encuentran esta historia, ¿quién busca a quién: Rubén a Amanda o usted a Rubén?
Amanda Sarmiento (Productora): Rubén empieza la búsqueda de un productor o una productora porque el productor con el que ha trabajado más de 15 años que es su socio y amigo no le interesa producir documental. Gracias a una amiga en común que tenemos que es la sonidista de la película, y una vez vi un fragmento del material quedé fascinada, y trabajar con Rubén me pareció que era fantástico y de una dije que sí.
-VBM: ¿Qué fue lo que más le llamó la atención o la impactó?
AS: Digamos que yo de entrada dije: esto tiene muchos valores, el valor de poder trabajar con un director como Rubén, que ya para ese momento conocía su filmografía y digamos que admiraba su valor y su manera de abordar unos relatos colombianos desde una mirada muy singular que a mí me parece muy interesante, es decir, la posibilidad de trabajar realmente con un autor me parecía buenísimo. Luego la calidad estética del material que yo vi que él había rodado durante ese tiempo que estuvo con la señorita, y claro, cuando empiezas a ver a este personaje yo no dimensionaba que podía ser tan potente pero intuía, no solamente por su figura, sino que había algo de ella que me producía curiosidad más allá de su forma de vestir, de su fenotipo tan masculino, había algo de su suavidad al cruzar por ejemplo los ríos, y dije esto es increíble, tiene una feminidad más desarrollada que la mía, y eso me atrajo.
-VBM: ¿Rubén llega con la película ya terminada?
AS: No, él llega con tres días de rodaje. Empiezo a ver partes de lo que iba recolectando desde el inicio del proyecto hace más de seis años.
-VBM: ¿Cuando empieza a ver el material qué cosas le impactan de la película o del personaje?
AS: Cuando empiezo a ver el material también me impactó no solamente ella como personaje sino también el entorno, claro la paradoja de ver a la señorita María en medio de esa religiosidad, todos los niños vestidos como vírgenes, todo eso me llamó mucho la atención, entonces yo si sabía que era como un espacio donde iban a ver unas tensiones que permitían un relato interesante, no solamente como lucía la señorita sino porque eso es como una olla a presión y estar ahí y tener la posibilidad de atestiguar y acompañar a Rubén en la construcción de su relato cinematográfico.
-VBM: Cuando decide trabajar en la película, ¿qué expectativas se generan o qué metas surgen?
AS: Francamente mis metas eran como fluir, aprender. Yo creo que en eso tenía una afinidad natural con Rubén, digamos que no era como vamos a llegar a las salas, vamos a hacer 100 mil espectadores…no, solamente quería vivir el proceso del rodaje, conocer a este ser que es la señorita, desplazarme hasta Boavita, de ver cómo trabajaba un director como Rubén, de empezar a tomar decisiones respecto a un equipo, de poder aportar también sobre la construcción de un relato, apoyar. Todo ese proceso me parecía muy interesante, entonces mi expectativa era la del día a día.
-VBM: ¿En términos de tiempo cuánto duró hacer la película?
AS: Lo que pasa es que te tengo que hablar de los casi siete años que estamos cumpliendo porque para mí la realización de la película empieza cuando le das efecto a una cámara, o sea todo el proceso de desarrollo, búsqueda de financiación, de ajuste, de propuestas escritas, de la búsqueda plástica o estética del director, entonces son casi siete años y digamos que el rodaje empezó hace casi tres años. Y luego quizás lo más demorado digamos que fue el montaje que fue una etapa bien dramática porque había que tomar muchas decisiones y era un poco desbordante el tema.
-VBM: ¿En la parte de financiación se puede mencionar cuánto costó hacer la película?
AS: Si uno lo monetiza te diría que cerca de 900 millones de pesos, pero por supuesto con el dinero efectivo en la mano tuvimos el apoyo del fondo cinematográfico que permite hacer la producción de largo documental y el apoyo y la inversión de Dago García y Caracol Televisión que digamos son los dos fondos de recursos tangibles.
-VBM: A esta altura, cuando ya se va a estrenar en Colombia, ¿qué aprendió o qué satisfacción le deja la película?
AS: Satisfacciones todas, tranquilidad, aprendizajes todos, no solamente en mi oficio cinematográfico sino también como ser humano y como mujer.
-VBM: ¿De aquí en adelante cómo va a ser la relación con la señorita María?
AS: La película siempre ha sido muy responsable con la señorita María en términos económicos dentro de la medida de las posibilidades, por ejemplo ella tuvo un abogado que fue contratado por la película para que ella tuviera posición sobre su terreno, se le dieron vacas, semillas, es decir no es un tema de caridad sino un pago por su trabajo porque significaba horas al día y estar con nosotros y dejar de lado el jornal.
-VBM: ¿Ya terminada la película ella cómo se siente, qué dice?
AS: Creo que está tranquila, no es fácil tampoco, son como muchas cosas al tiempo.
-VBM: ¿Cuál fue la reacción de la señorita María cuando le propusieron hacer la película?
AS: Nos demoramos mucho. Rubén tuvo su encuentro, grabó ese material, después empezamos a trabajar buscando la financiación y cuando la obtuvimos ella se desapareció casi dos años porque estaba asustada, es algo natural, pero yo creo que fue la palabra franca cuando pudimos encontrarnos con ella, donde se adquieren unos compromisos donde casi la película se construye conjuntamente, donde no se iba a pisotear ni a pasar por encima de su intimidad, fue un acuerdo básicamente de palabra y de amistad y la señorita confió en eso y no la hemos defraudado.
-VBM: ¿Ese proceso de convencimiento cuánto duró?
AS: Ya propiamente cuando por fin nos recibió nuevamente, una tarde.