Por: Antonio Andraus Burgos
Los Cardenales de San Luis y los Dodgers de Los Ángeles, fueron eliminados por dos rivales que, jugando un béisbol de quilates, se impusieron en los momentos cruciales de cada partido.
No fue Curtis Granderson el hombre de la noche en Los Ángeles.
Ni el capitán y formidable jugador, David Wright. Tampoco ‘’la potencia’’ del cubano Yoenis Céspedes. Y mucho menos el respetado primera base y toletero de largo alcance, Lucas Duda.
El hombre sensación y el verdugo en el parque de pelota de los campeones de la división Oeste de la Liga Nacional, fue Daniel Murphy, quien apoyó la soberana actuación del derecho Jacob deGrom, desde la loma de los sustos, para darle a los Mets de Nueva York la entrada de poder discutir el titulo del circuito, tras imponerse en el quinto y decisivo juego de la serie divisional, a los ‘’millonarios’’ Dodgers de Los Ángeles, 3 carreras por 2.
Perder en casa no fue lo esperado por parte de los ‘’esquivadores’’ ni de su afición, que siempre los apoyó, de principio a fin, hasta el punto de ser la novena con mayor registro de asistencia de aficionados en el presente año en el beisbol de las Grandes Ligas, por encima de los 3.7 millones de espectadores.
Pero los Mets que no eran los grandes favoritos, aprovecharon muy bien los espacios y los errores mentales de los Dodgers, para cargar con la victoria que los lleva a la serie por el campeonato de la Liga Nacional, frente a los temibles y luchadores, Cachorros de Chicago.
Fue una serie divisional en donde cada partido significó la importancia de estar en la postemporada de ambas novenas. Sin embargo, a medida que avanzaba la misma, la divisa de Nueva York se fue acomodando para sacarle dos triunfos en casa a los Dodgers, en algo que no estaba en la cuenta de muchos de los críticos del béisbol de las Mayores, incluyéndonos nosotros.
En el primer choque, los Mets derrotaron a los Dodgers 3 carreras por 1, con Jacob deGrom en la loma de los sustos, sin permitir anotaciones en 7 entradas, apenas encajó 5 indiscutibles y liquidó a 13 bateadores por buenos lanzamientos; venciendo al zurdo estrella de Los Ángeles, Clayton Kershaw; pero en el segundo, también en casa de los ‘’esquivadores’’, los metropolitanos cayeron 5 carreras a 2, con una excelente actuación del derecho Zack Greinke, en 7 episodios completos, con 5 inatrapables, 2 carreras conseguidas por cuadrangulares y 8 ponches propinados, en un encuentro que se vio empañado por la fractura de su pierna derecha del campocorto de los Mets, el panameño Rubén Tejada, en el séptimo, tras el deslizamiento sobre el segundo cojín del veterano Chase Utley, en acción desafortunada y muy criticada por la afición y los medios periodísticos.
El tercer partido efectuado en el Citi Field de Nueva York, los Mets ganaron fácilmente 13 carreras por 7, carburando 4 carreras en el segundo; 2 en el tercero; 4 en el cuarto y 3 en el séptimo, y excelente trabajo del derecho Matt Harvey, en 5 capítulos, aceptando 7 imparables, 2 carreras, otorgando 2 bases y pinchando a 7 rivales, para acreditarse la segunda victoria, y esperaban ganar el cuarto juego en casa, para no regresar a Los Ángeles, en donde los Dodgers lo tendrían todo a su favor para lo que era el quinto y último desafío de la serie.
Pero los Mets perdieron en el cuarto partido, 3 carreras por 1, ante una sensacional noche de Clayton Kershaw, en tarea de 7 entradas, permitiendo 3 imparables y 1 carrera, producto de un tablazo de cuatro esquinas de Daniel Murphy en el cuarto; con 1 base por bolas y 8 ponchados.
Y entonces llegó el quinto compromiso en Los Ángeles, en la noche de este último jueves. Y otra vez, los Mets se salieron con las suyas, con una extraordinaria noche de Jacob deGrom, en 6 episodios, con 6 inatrapables permitidos, 2 carreras limpias, 3 bases por bolas y 7 ponches propinados; mientras que Daniel Murphy rompía todos los esquemas del juego, bateando a sus anchas, con doblete para producir la primera carrera en el primer acto en las piernas de Curtis Granderson; anotó la segunda en el cuarto, conectando sencillo, llegar a la intermedia por base por bolas a Lucas Duda y seguir de largo hacia la ‘’esquina caliente’’, cuando el cuadro angelino parpadeó, quedándose dormido para la acción, y dejó sin defensa la almohadilla, al acomodar a su cuadro interior sobre la banda del bosque derecho, intentando evitar un imparable de Duda hacia esa zona del parque de pelota, y anotó con elevado de sacrificio del receptor Travis dArnaud; y luego, despachó el ‘’bambinazo’’ en el sexto capítulo, ante un envío de Greinke, que dejó fríos a los 54.602 espectadores que llenaron el estadio de los Dodgers, que le dio cifras concretas a la pizarra.
Murphy se dio el lujo de disparar tres cuadrangulares frente a los dos más reconocidos lanzadores de la Liga Nacional, como los son Kershaw y Greinke: dos frente a Clayton y uno ante Zack, en ésta serie divisional y ayudar, ¡y de qué manera!, a su novena a conquistar la tarjeta que los lleva a la disputa del titulo del circuito, frente a los Cachorros.
Los Cardenales, ¡por fuera!
Nosotros habíamos escogido a los Cardenales de San Luis para llegar a la disputa del título de la Liga Nacional. Eso pensábamos nosotros, pero otra cosa muy distinta, dijeron los Cachorros de Chicago.
Y los Cachorros eliminaron a los Cardenales, el mejor equipo de la temporada regular del béisbol de las Grandes Ligas de este 2015, cuando compiló 100 victorias contra 62 derrotas, y de paso, rompieron todas las proyecciones que se hicieron con base en que la novena de San Luis estaría, por lo menos, discutiendo el titulo del Viejo Circuito.
Ahora la novena que comanda Joe Maddon está de plácemes, esperando hacer mucho más en lo que falta de este año, pues la tarjeta del comodín, que el club conquistó por la Liga Nacional derrotando en el partido de ‘’muerte súbita’’ a los Piratas de Pittsburgh, tiene un valor incalculable.
Los Cardenales apenas pudieron ganar un juego, el primero de la serie divisional frente a los Cachorros, al vencerlos en el ‘’Busch Stadium’’, por pizarra de 4 carreras por 0, gracias a la formidable labor del veterano derecho John Lackey, en siete episodios y un tercio, blanqueándolos en ese trayecto, con 2 inatrapables, 1 pasaporte gratis y 5 ponches, con la ayuda de dos ‘’vuelacercas’’ en los bates de Tommy Pham y Stephen Piscotty.
De ese partido en adelante, los Cachorros, utilizando Maddon a la casi totalidad de sus peloteros, incluyendo a sus lanzadores relevistas, fueron desafiantes y a la vez, imponentes, con jugadas del béisbol de picardía, que en el segundo compromiso, desquició a los muchachos dirigidos por Mike Matheny.
En ese segundo encuentro, dos toques de bolas ‘’suicidas’’ para conseguir anotaciones, se convirtieron en verdaderos dolores de cabeza para el campo interior de los Cardenales, especialmente para su lanzador abridor, el zurdo mexicano Jaime García, a quien le fabricaron racimo de 5 anotaciones, con ese par de jugadas a la ofensiva, además de tres incogibles, incluyendo tablazo de cuatro esquinas del cubano Jorge Soler con un compañero en circulación; 2 errores y una base por bolas. Triunfaron por tablero de 6-3.
Y ya en el Wrigley Field, los Cachorros de verdad que se rebelaron contra los Cardenales de manera contundente. En el tercer juego, con su astro derecho en la lomita, Jake Arrieta con actuación en cinco y dos tercios, permitiendo 5 inatajables, 4 carreras y propinando 9 ponches, y 6 cuadrangulares, conectados por Kyle Schwarber, Stalin Castro, Kris Bryant, Anthony Rizzo, Dexter Fowley y Jorge Soler, ganaron 8 carreras por 6.
Esa jornada del lunes 12 de octubre, deja para la historia la marca de 21 ‘’bambinazos’’ por parte de los peloteros que intervinieron en la jornada de los 4 partidos de las series divisionales, superando la que estaba vigente desde el 3 de octubre de 1995, con 15 tablazos de circuito completo, de acuerdo con el registro de la firma Stats.
Para el cuarto compromiso, Matheny echó mano de su crédito derecho, John Lackey, buscando ganar y regresar a San Luis para un quinto y decisivo desafío de la serie. Pero Lackey se complicó en el segundo episodio, cuando el propio serpentinero rival, Jason Hammel le despachó inatrapable al bosque central.
Anthony Rizzo dio sencillo y fue puesto out en la intermedia cuando el dominicano Stalin Castro pegó roletazo al campocorto. Kyle Schwarber conectó otro sencillo al central, y Castro llega a la intermedia. El receptor venezolano Miguel Montero es liquidado por la vía de los buenos lanzamientos y Lackey cuelga el segundo out de la entrada. Y cuando se creía que dominaría al bateador de turno, el lanzador Jason Hammel, éste le despachó imparable al bosque central, para empujar a Castro desde la intermedia, y a continuación el boricua Javier Báez, le desapareció la pelota por el bosque derecho, para 3 carreras y redondear un racimo de 4 anotaciones.
Luego del ‘’bambinazo’’ de Báez, Rizzo también la sacó del parque en el sexto con las bases limpias y Schwarber hizo lo mismo en el séptimo, también con las bases limpias.
Ante 42.411 espectadores, los Cachorros conquistaron la victoria 6 carreras por 4 frente a los inmensamente favoritos Cardenales, y por primera vez, la afición que llenó al Wrigley Field pudo dar rienda suelta a la alegría, tras muchos años de fracasos y de espera para una noche como la del pasado martes 13 de octubre.
Por cierto, en ese choque, los Cachorros soportaron todas las embestidas que les hicieron los Cardenales a la ofensiva, quienes nunca se rindieron hasta el último out de la última entrada, hasta el punto de que Joe Maddon tuvo que hacer uso de 8 lanzadores para cubrir el trayecto del partido.
Fue sin duda alguna, uno de los mejores partidos que se ha visto en la presente temporada del béisbol de las Grandes Ligas, que está próxima a concluir.
Final por el título
El primer juego por el campeonato de la Liga Nacional, se efectuará en la casa de los Mets de Nueva York, este sábado 17 de octubre, a partir de las 7:30 de la noche, hora del Este de los Estados Unidos, entre los Cachorros de Chicago y los aguerridos Mets.
Para este primer desafío, los Cachorros han anunciado la utilización de los servicios del veterano zurdo Jon Lester para que se haga cargo de la loma de los sustos; mientras que los Mets seleccionaron a Matt Harvey para que se haga cargo del compromiso.
El segundo partido, se efectuará el domingo 18, también en Nueva York, anunciándose para jugarse a partir de las 7:30 de la noche. El lunes será día de descanso; pero martes 20 de octubre, se cumplirá el tercer encuentro, éste en el Wrigley Field de Chicago, en cuyo escenario también está previsto el cuarto partido para el miércoles 21. Si es necesario el quinto, igualmente se jugará en Chicago, el jueves 22. Si son necesarios el sexto y séptimo juego, habrá descanso el viernes 23, pero se jugarán en Nueva York los días sábado 24 y domingo 25.
Por todo lo que ha ocurrido en las series divisionales, un cara y sello vale la pena frente a los dos rivales de la Liga Nacional. Pero por esas cosas del béisbol, nos inclinamos por los Mets para esta final, más por su profundidad en el grupo de sus lanzadores que por cualquiera otra cosa. Porque en casi todo, las dos novenas se muestran parejas.