Por: Roger José Carrillo Campo
Desde comienzos del año, se ha generado gran incertidumbre debido al comportamiento de la economía colombiana, que en los primeros 4 meses mostró una clara tendencia descendente, evidenciada en un crecimiento que no sobrepasó el 1.2%, con balances macroeconómicos débiles, que mostró una cuenta externa deficitaria en donde las exportaciones cayeron a -3.6 % por encima a la caída de las importaciones con -0.4 %, afectando la industria, el comercio de bienes y por ende el empleo formal, y aunque en el mes de mayo se presentó una considerable mejoría, el déficit de la balanza comercial acumulada del año se encuentra por encima de los USD3.500 millones.
En la misma dirección, se ha vistoafectadoel consumo, que creció tan solo el 1%, con fuertes reducciones en los sectores de tecnología, ropa y calzado, los cuales son los primeros en ser reajustados en los hogares, cuando sienten que sus ingresos están en crisis; situación que condiciona, la estabilidad en el ciclo de la economía y que impacta negativamente a los agentes microeconómicos del país.
Ahora bien, en el caso de Bogotá, los estudios macro al mes de mayo de la vigencia, nos muestran una curva decreciente, en los sectores que sostienen la economía de la ciudad; esto se refleja en la contracción de la industria manufacturera, que dejó de contratar 67 mil empleos durante los primeros 5 meses del año, cifra alarmante que afecta profundamente el consumo de los hogares, y que rezaga en gran medida la posibilidad de disminuir la tasa de desempleo en la ciudad.
Preocupa mucho, al revisar los estudios publicados por el DANE que, en lo corrido del año no se ha logrado bajar la Tasa de desempleo a un digito y que la última medición, comparada con el año 2016 (marzo-mayo) presentó un aumento de 2.5 puntos porcentuales, es decir que se mantuvo por encima del 10 %, lo cual debe generar alertas en la administración distrital para que afine las políticas que deben formularse para la generación de empleo.
De gran provecho seria, que el Sector de Desarrollo Económico en cuya cabeza está la promoción del empleo en la ciudad, revisara con lupa los rubros que están jalonando la economía de la capital según los estudios que al mes de mayo ha publicado el DANE. En ese sentido, cabe resaltar el papel tan importante que tienen sectores como el hotelero, restaurantes y comercio, que durante este año emplearon a 17.274 personas, el de transporte y comunicaciones ofertando 8.915 empleos, igualmente en actividades inmobiliarias 3.686 personas y el sector de la construcción con 3.557 personas.
Es necesario enfocarnos, en promocionar aquellos sectores que efectúan grandes inversiones y se convierten en grandes empleadores, como es el caso del sector hotelero con una oferta superior a las 20.000 camas y con más de 500 establecimientos registrados; el sector de restaurantes que a través de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (ACODRES) expresan que en Bogotá existen más de 22.000 establecimientos formales los cuales ofrecen una amplia variedad, para todos los gustos y presupuestos. Así mismo, no podemos olvidar la oferta comercial, que ha aumentado por cuenta de la construcción intensiva de centros comerciales; todo esto hace que Bogotá sea una ciudad turísticamente atractiva y por tanto al igual que las grandes capitales del mundo, tiene importante influencia en la generación de empleo directo e indirecto.
Las iniciativas público-privadas como INVEST IN BOGOTÁ, que lleva más de 10 años operando como promotora de inversión con recursos girados desde el presupuesto distrital que superan los 20 mil millones de pesos, deben tener estrictos control y vigilancia por parte de la Secretaria de Desarrollo Económico para que las intenciones de inversión se materialicen y se reflejen en el mejoramiento de la calidad de vida de los bogotanos, específicamente en la optimización de la oferta de empleos, acordes con los sectores que lo generan.
En el Sector Movilidad, es imperativo acelerar los procesos contractuales de los grandes proyectos de infraestructura, aprobados en el Plan de Desarrollo “Bogotá Mejor Para Todos” ya que el crecimiento de la economía para el segundo semestre del año, depende en gran medida de las obras en esa materia, del impacto en la inversión pública, así como de la confianza inversionista privada, derivada del acuerdo de paz.
Importante que la Administración Distrital no cometa el error de cargarle a la ciudadanía alguna contribución adicional para lo que resta de este año, sin antes considerar las medidas necesarias para la recuperación económica de la ciudad, ya que la capacidad de pago de los bogotanos se ha visto mermada por diversas circunstancias generadas por la crisis que sufre el país y que acabó reflejándose en el desarrollo y crecimiento de la Capital.
Todas estas observaciones, están encaminadas a incentivar procesos económicos de crecimiento, que generen alternativas de inversión a partir de políticas públicas eficientes, la cuales encadenen desarrollos productivos que redunden en el aumento de empleos para los Bogotanos. Importante engranar con los sectores que jalonan la economía, volver a encarrilar la productividad de las empresas manufactureras para que sean motor de desarrollo y recomponer así la masacre laboral que se ha presentado en este rubro. Fundamental mantener la estabilidad tributaria de los contribuyentes bogotanos, con el fin de reactivar los ciclos económicos a partir del consumo, temas necesarios para la recuperación económica de la ciudad.
Gran reto tiene la administración distrital para lo que resta del año, esperamos que las medidas que en la materia se tomen, sean determinantes para que al final del 2017, el informe del DANE publique que en Bogotá la Tasa de desempleo está por debajo del 10%.