Blanqueando la Paz

¿Legalizara el gobierno colombiano el dinero del narcotráfico adquirido por las FARC? ¿Qué pasará con el oro obtenido ilegalmente de la minas? ¿Debe pagar ese precio el gobierno para lograr la paz? ¿Sabe todo esto el pueblo colombiano?

Por: Rodolfo Rodríguez Calderón

Pese a que nuestra historia, es una historia de guerra sin fin, Colombia siempre ha estado en la búsqueda de la paz.

Mi abuela en su casa de Ciénaga me hablaba de los estragos que ella vivió durante la matanza de las bananeras y lo hacía con tristeza, sabiendo que era justa esa rebelión. Mi abuela Sara era una mujer liberal que simpatizaba con la gente que protestaba, sentía que era algo intrínseco en el ser humano.

Mi profesor Ángel Valtierra, de la Universidad Javeriana, decía que Jesús manifestaba que “los pobres siempre lo tendremos”, pero que si ayudamos por lo menos a uno estaríamos trabajando por la reconciliación y por la unidad nacional.

Los temas de la protesta y la violencia nacieron con Colombia, pero los colombianos hemos apoyado a los idealistas como el padre Camilo Torres e incluso al M-19. Sabemos que el trabajar por la paz es un compromiso de todos. Debemos erradicar la violencia y trabajar por una paz duradera.

Sabemos que la paz tiene un precio y muy alto, pero no podemos poner en la mesa de la negociación cosas que estén en pleno desacuerdo con lo legal y lo moral.

 

METAMORFOSIS DE LAS FARC

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, (FARC) de ser un movimiento idealista formal, pasaron a ser una mezcla de idealismo, terrorismo y tráfico de drogas que lo convirtió en un grupo peligroso y en quienes no podíamos tener esperanza de cambio. Siempre la izquierda y los grupos revolucionarios se apoyaron en los campesinos y en la clase proletaria, fuentes del inconformismo, porque los gobiernos de Colombia  siempre han dejado a estas personas por fuera de sus planes y en muchos casos los han maltratado, perseguido y ofendido.

La FARC se alejó desde hace muchos años de sus ideales, se divorció de la clase trabajadora y de los campesinos para convertirse en asesinos, secuestradores y narcotraficantes para financiarse y hacerse de un capital para su propio bienestar. Pero eso no es lo grave; lo terrible es que se convirtieron en verdugos de los mismos campesinos, a quienes ellos decían defender extorsionándolos y quitándoles lo poco que tenían de sus tierras y animales. Los obligaban a aportar dinero y muchas veces los asesinaban porque pensaban que eran espías de los militares.

 

COMO SE HAN ENRIQUECIDO LAS FARC

Colombia necesita la paz, pongámosla en mayúscula PAZ, con urgencia para que retorne la prosperidad, el desarrollo armónico y equilibrado y podamos entonces sí, dedicarnos a desenmascarar a los políticos corruptos y encaminarnos hacia una nueva Colombia. Ya es hora de terminar con el conflicto de las FARC para no estar peleando a la vez con dos enemigos de la reconciliación nacional; la guerrilla por un frente y la corrupción por el otro.

Debemos analizar a fondo a las FARC: hizo alianza con los carteles del narcotráfico –fueron los únicos que pudieron hacer negociaciones con los dos grupos de narcotraficantes- cuidaban los cultivos y escoltaban los camiones en sus viajes hacia los puertos clandestinos o por los caminos a través de los ríos en la selva y a pesar de su lucrativo negocio seguían secuestrando y haciendo excursiones bélicas contra cuarteles del Ejército y la Policía.

 

BLANQUEANDO EL DINERO DE LA DROGA

En el pliego de negociaciones de la paz nunca se ha hablado de cómo el gobierno de Colombia va a legalizar el dinero del narcotráfico acumulado por la FARC y que ellos tienen no solo en bancos extranjeros sino en bancos del país. Este es un tema de máximo interés para todo el pueblo colombiano. Es de dominio público que varios cabecillas del narcotráfico ofrecieron en su momento pagar la deuda externa para que los dejaran tranquilos, en la impunidad. Y entonces ahora nos preguntamos si es que las FARC están comprando su legalidad y paso a la política con dinero sucio. ¿Debería el gobierno blanquear este dinero en aras de la paz?

Pero ahí no quedan las cosas, la FARC se está haciendo de metales preciosos como oro y plata para engrosar sus arcas. No sabemos cómo han logrado obtener estos metales preciosos, pero los tienen y no sabemos si los están declarando como parte del proceso de negociación de la paz

Las FARC no han estado interesadas en lograr la tan anhelada reconciliación nacional y ahora menos que nunca porque se encuentran en una situación de comodidad; tienen mucho dinero, sus familias lo pasan muy bien, los líderes tienen a sus hijos estudiando en las más prestigiosas universidades extranjeras, especialmente de Europa y sus mujeres pasean con todos los lujos por el mundo.

Además, tienen aún a un gran número de colombianos y extranjeros secuestrados entre los cuales hay empresarios, hacendados, comerciantes, estudiantes y policías y por algunos de ellos sus familiares ya han pagado, desde hace muchos años, el rescate sin conseguir su liberación sino que por el contrario han sido asesinados.

LOS ACUERDOS DE PAZ

Varios gobiernos han trabajado por la paz. Unos con buenos propósitos y otros con fines políticos personales, pero siempre se ha dialogado no solo con el ruido de las balas sino también con el asesinato de varias personas por parte de la guerrilla, como presión o muestra de autoridad para sembrar el terror.

Se les han otorgado grandes extensiones del territorio colombiano donde actúan con impunidad e imponen sus leyes arbitrarias por la fuerza.

Ellos no solo no han dejado de actuar y asesinar durante los diálogos sino que han engañado a varios gobiernos con el incumplimiento de sus compromisos. Cabe destacar que ahora han hecho un cese al fuego para obligar al gobierno a hacer lo mismo.

Siempre han sido los guerrilleros quienes imponen la agenda de las discusiones de los acuerdos de Paz. Los colombianos necesitamos buscar la paz, pero hay muchas concesiones, la impunidad por ejemplo, que el gobierno no puede dar y que no deberían estar en juego. Toda trasgresión exige pagar un precio y ellos deben pagarlo, no pueden estar por encima de la ley, sino no puede haber “perdón y olvido”.

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