Por: Gabriel Ortíz
Maduro acude a lo imaginable e inimaginable para ganar unas elecciones que aparentemente tiene perdidas, no puede aplazar ante la presión internacional, que le demanda libertades para su pueblo y para los líderes de la oposición que mantiene amordazados y privados de las más elementales garantías. En Venezuela solo se hace lo que fabriquen las perversas mentes del dueto Cabello-Maduro.
De la noche a la mañana, sacó del cubilete el diferendo sobre el Golfo de Coquibacoa, que desde hace años estudian comisiones binacionales, a raíz de la crisis que enfrentó en su momento el Presidente Virgilio Barco, obligado a plantar una fragata en nuestras aguas fronterizas. Este diferendo sigue estudiándose, pero la belicosa Venezuela, decidió por decreto fijar unos límites inexistentes y en forma displicente se ha referido al tema sin dar respuesta, a la Nota Diplomática de protesta de Colombia.
Entre tanto, vemos cómo aquí se aprovecha tan delicado asunto, por parte de la llamada oposición, para obtener votos. Uribe y sus adeptos en las redes sociales, endilgan a Santos la responsabilidad de las actuaciones de Maduro. En sus 8 años Uribe no hizo nada diferente, frente a este diferendo.
Estamos ante una situación bien complicada: o logramos atemperar las intenciones de un Maduro que necesita ganar unas elecciones inventando una guerra con Colombia, o nos vamos a una lucha armada que aprovecharán la propia oposición nacional y las guerrillas, para hacer su agosto a costa del sacrificio de la soberanía de buena parte de nuestro territorio, de la democracia y del pueblo. Si combaten la paz interna, ¿qué no harían con la externa?
La mente de Maduro está trastornada, desde cuando empezó a hablar con los “pajaritos chavunos” y ahora su voluntad depende de las órdenes directas que le imparta el acusado narco, Diosdado Cabello.
En buena hora el Vicepresidente Germán Vargas Lleras, ha convocado la unidad nacional, para que con toda seriedad y sin egoísmos, ni oportunismos, se encare esta complicada situación, ante los “in-maduros” deseos del gobernante vecino que hará lo que crea necesario para sostenerse. Hay que actuar como dice la Canciller, sin comportamientos apresurados y erráticos. ¿Cuál será la actitud de la oposición venezolana? ¿Y cuál la de la colombiana?
BLANCO: Por fin cayó el corrupto político caldense que asesinó al colega Orlando Sierra.
NEGRO: Cuatro años sin nada de nada en la Bogotá In-humana.
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