Un campeón que se embriaga de buen fútbol
Por: Rufino Acosta Rodríguez
Fue una final épica, como tenía que ser entre dos equipos que no regatean el buen fútbol y se entregan a la lucha con talento y determinación. Barcelona se impuso 3-1 y levantó su quinta Eurocopa abrumado por los méritos. Juventus opuso leal y férrea resistencia, pero tuvo que aceptar la derrota. «Ganó el mejor», fue la sentencia de Buffon.
El tridente internacional (Messi, Suárez y Neymar) marcó la diferencia una vez más. Cuando el rival parecía a punto de dar la vuelta después del temporal empate, el trío de oro se encargó de desbaratar la rebelión y poner las cosas en su sitio. Ante semejante huracán no hay previsión que valga.
El primer gol llegó como consecuencia directa del virtuosismo y de esa mágica combinación que a veces surge de los botines catalanes. Messi inauguró la obra que luego remataron Jordi Alba, Neymar, Iniesta y el croata Rakitic, autor del toque de última instancia. Dani Alves había atizado el fuego desde la derecha.
Apenas iban cuatro minutos de juego y Barcelona daba la sensación de que tendría otro de sus acostumbrados festivales. Mas, poco a poco, los italianos fueron equilibrando las cargas, hasta conseguir la paridad con furioso remate de Álvaro Morata cuando Ter Stegen soltó un disparo de Tevez tras taco de Marchisio y centro de Lichtsteiner.
Emparejado el marcador, Barcelona pareció ceder terreno y Juventus se envalentonaba empujado por Morata, Pogba, Marchisio y el propio Pirlo, quien algunas veces hizo rememorar sus buenas épocas. En esas estaban, Sancho, cuando llegó el nubarrón y los molinos de viento cobraron vida para cambiar el curso de la historia.
Se tenía la idea de la inminencia de un segundo gol de Juventus y de pronto regresó la ebullición catalana, se le prendió el bombillo a Messi y estremeció a Buffon antes del remate certero del uruguayo Suárez, quien apareció de la nada para fusilar al enorme guardavallas italiano. Un dos-uno que cayó como témpano sobre las cabezas juventinas.
No se sancionó una aparente falta de Jordi sobre Pogba que reclamaron como penalti y de ahí en adelante, el Barcelona retomó el control con su habitual y adormecedor estilo mientras Juventus se asomaba sin éxito sobre los predios de Ter Stegen. El punto final lo puso Neymar, una de las figuras claves del partido a quien le invalidaron una jugada de gol por presunta mano, cuando recogió rechazo de Buffon ante disparo de Messi. Ya era tarde para la reacción porque el juego estaba en los estertores del tiempo compensatorio.
Vino la fiesta y la elevada de Copa. Iniesta mereció la distinción como el jugador más valioso por parte de los expertos de la UEFA. Genio del medio campo.
Un 3-1 que bien pudo ser 3-2 o 4-3, pero en cualquier caso justo e incuestionable para el Barcelona, que llegó con triplete a su quinta Eurocopa con una impresionante demostración de talento y eficacia..Berlín entra a la galería de las hazañas del llamado equipó culé que ya habían dejado estelas en Londres (2 veces), París y Roma.
Cifras de fantasía
La campaña global del campeón es impresionante. En Liga jugó 38 partidos, ganó 30, empató 4 y perdió 4, con 110 goles a favor y 21 en contra. Por la Copa del Rey se impuso en 9 de 9, con 34 tantos a su cuenta y apenas 6 en contra. Y en la Eurocopa realizó 13 encuentros, se adjudicó 11 y perdió 2, para 31 goles a favor y 11 en contra. Balance total: 60 presentaciones, 50 triunfos, 4 empates, 6 derrotas, 175 goles a favor y 38 en contra. Promedio de efectividad: 85.55 %. Una barbaridad en materia de eficiencia.
Los tres gladiadores contribuyeron nada menos que con 122 de los 175 tantos, equivalentes al 69.71 %. Messi anotó 58, Neymar 39 y Suárez 25.
Momento de gloria para el técnico Luis Enrique, quien tuvo que sortear momentos de conflicto y a la postre se levantó hacia el cielo impulsado por sus jubilosos jugadores. Hasta se abrazó con Messi.
El adiós de Xavi
Fue una despedida de lujo para Xavi Hernández, quien decidió cortar la cinta condal para buscar el sueño de las mil y una noches en las tierras del oriente. Deja un legado memorable de 25 lauros tras 17 años de deleite. Son 8 Ligas, 4 Eurocopas, 3 copas del Rey, 2 supercopas continentales, 6 supercopas de España y 2 mundiales de clubes, éxitos adobados con 85 goles en 767 partidos. Se va con nostalgia y deja un vacío difícil de llenar.
Una final que le hace honor al fútbol como deporte y una expresión genuina de arte que que en nada se parece a la imagen turbulenta de la corrupción directiva que hoy azota a la FIFA. Seis años habían pasado de la primera triple corona catalana. Los milagros del deporte.