Medellín fue fundada en 1616, por don Francisco Herrera de Campuzano, pero su nombre de Medellín se lo dio don Pedro Portocarrero, Presidente del Concejo de Indias, cuando en 1675 se erigió como villa la pequeña aldea de Nuestra Señora de la Candelaria. Portocarrero era de un pueblito español llamado Medellín. Pero a esta hermosa ciudad, sembrada en el valle del Aburra, se le conoce con otros apelativos: Ciudad de la eterna primavera, Ciudad de las flores, La Capital de la montaña, Capital mundial de las orquídeas y otros. En su jardín botánico esta la más grande colección de orquídeas que usted pueda encontrar en lugar alguno, y en sus calles las mujeres más bellas y la mayor concentración de ellas por metro cuadrado de asfalto.
El 10 de mayo de 1957 cayo lo que muchos, sin mayor razón, llamaron la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla. Rojas Pinilla era el papá de María Eugenia Rojas de Moreno Díaz, madre de Samuel Moreno Rojas, alcalde de Bogotá suspendido por el Procurador y de Iván Moreno Rojas, senador apresado y destituido, por el llamado Carrusel de las contrataciones. ¡Qué curioso!, el abuelo como presidente y nieto como alcalde cayeron el mismo mes con una diferencia de cincuenta y cuatro años. María Eugenia era llamada la Capitana del pueblo y junto a su padre fundó la Alianza Nacional Popular ANAPO, que pregonaba: ¡Socialismo sí! ¡Pero a la colombiana!
Pocas telenovelas han tenido tanto éxito como Betty la fea, escrita por Fernando Gaitán. En Colombia quince millones de colombianos estuvieron pendientes de sus capítulos lo que permitía pensar que al menos uno de cada dos televisores trasmitía sus episodios en la franja de las nueve de la noche. Su éxito disparó el costo del minuto de publicidad en televisión que paso de doce a veinticinco millones de pesos. Posteriormente fue presentada con éxito en treinta y cuatro países muchos de los cuales hicieron su propia versión, sin que los encopetados Estados Unidos pudieran escapar a su magia. Se dice que las utilidades para el canal RCN encargado de producirla y trasmitirla fue como dos mil quinientos millones de pesos al mes.
Siempre se ha dicho que el máximo comandante de los Ejércitos de la Nueva Granada era el Libertador Simón Bolívar y el segundo al mando el general Francisco de Paula Santander llamado el Hombre de las leyes. La discusión está en saber quién era el tercero y para muchos historiadores no podía ser otro que el General venezolano José Antonio Anzoátegui, quien con veintisiete años ostentaba dicho grado. Anzoátegui durante la batalla del 7 de agosto de 1819, comandó las alas central y derecha del Ejército Libertador. Este destacado militar, habría de morir en la ciudad de Pamplona donde las autoridades organizaban un festín para celebrar sus treinta años de edad. Anzoátegui enfermó el 14 del mismo mes, murió el 15 y fue enterrado el 16. Lo rápido de los acontecimientos despertaron sospechas y contradicciones, pues mientras unos sostienen que murió de fiebres, otros afirman que fue envenenado.
que bueno que medellin esistia antes ando no lo veran fundado ja